A veces nos frustramos pensando que para ser felices necesitamos muchísimo dinero o una casa enorme.
Lo cierto es que no es necesario. No obstante, más allá de eso, me gustaría hablar hoy de las cosas a las que fijamos nuestra felicidad.
A veces nos frustramos pensando que para ser felices necesitamos muchísimo dinero o una casa enorme.
Lo cierto es que no es necesario. No obstante, más allá de eso, me gustaría hablar hoy de las cosas a las que fijamos nuestra felicidad.
Hace años, leí un libro que me marcó mucho: El Secreto. Sí, lo sé, tiene un poco de sensacionalismo y de vende humos pero tiene también un fondo importante que me gustaría que es lo que vieras aquí hoy.
Este libro apareció en mi vida en un momento en el que todo se desalineó y era difícil salir de esa espiral de negatividad en la que parece que todo te arrastra.
Recuerdo leerlo, recuerdo dárselo a mi abuelo, comentarlo con mi chico, volver a leerlo, anotar, analizar… Para mí fue uno de esos libros que marcan un antes y un después.
Esta semana, el fuego ha invadido mi querido norte. Muchos lo sabéis, otros no. Yo nací en Asturias, pero estudié y viví, hasta hace tres años, en Vigo, la ciudad cercada por las llamas.
Todavía tengo una casa en la montaña, en una zona también afectada por los incendios, donde aún esperan algunas de las pocas cosas que no se han venido a Madrid.
Ha sido horrible ver cómo tantos sitios por los que paseé hoy son ceniza, pero de esto también se aprende.
Hace unas semanas, en Vidas en Orden, hablé de los tipos de desorden. Creo que es un tema del que nunca había hablado en el blog, así que hoy voy a desarrollarlo para que sepas de qué va esto. Así, podrás analizar qué tipo de desorden es el que te causa problemas.
Como siempre que se trata cualquier problema, el primer paso es identificarlo. Sin un buen diagnóstico, es difícil dar con el tratamiento adecuado.
Existen muchos tipos de desorden pero, a nivel general, podemos agruparlos en tres grandes grupos: desorden espacial, desorden visual y desorden organizacional.
Hoy me gustaría hablarte de una técnica tremendamente efectiva para mejorar el ánimo, reducir el estrés y sentirte mejor. Suena bien, ¿verdad?
Esta temporada voy a intentar centrarme ya más en la segunda parte de mi método. La primera es organizar la casa, la segunda es lo que promete después, cambiar tu vida.
Y no hay nada que mejor refleje la ansiedad y el agobio de nuestro insano estilo de vida que el tic tac de un reloj. Imparable, insensible y brutal.