Los tipos de desorden

Los tipos de desorden
Imagen: theswedishfurniture.com

Hace unas semanas, en Vidas en Orden, hablé de los tipos de desorden. Creo que es un tema del que nunca había hablado en el blog, así que hoy voy a desarrollarlo para que sepas de qué va esto. Así, podrás analizar qué tipo de desorden es el que te causa problemas.

Como siempre que se trata cualquier problema, el primer paso es identificarlo. Sin un buen diagnóstico, es difícil dar con el tratamiento adecuado.

Existen muchos tipos de desorden pero, a nivel general, podemos agruparlos en tres grandes grupos: desorden espacial, desorden visual y desorden organizacional.

El desorden espacial

Probablemente, el tipo de desorden más fácil de identificar. Voy a enseñártelo con un ejemplo que creo que será mucho más fácil de entender.

Un día llegas a casa cansada del trabajo y dejas una bolsa en la entrada. Al día siguiente paras un segundo porque vas con prisas y tienes que dejar algo que llevar en la mano y no sabes muy bien donde. Pues ahí, donde está esa otra. Después llega otra cosa y otra y, poco a poco, tu entrada se transforma en un espacio invadido por bolsas y cosas pendientes de colocar.

Este mismo ejemplo lo puedes llevar muy fácilmente a la mesa de comedor, el mueble de entrada, etc. Es la típica acumulación en agujeros de caos.

El desorden visual

El desorden visual a veces es un poco más difícil de ver porque no es un desorden real sino, más bien, intuido. Es esa sensación de que algo está desordenado o que es muy caótico pero, sin embargo, no se trata de una acumulación.

Esto se produce cuando nos encontramos con un exceso de colores o de formas en un mismo espacio. Esto es estresante para el ojo, que debe fijarse en muchísimos detalles diferentes y, por tanto, también para el cerebro, que debe analizar muchísima información para hacerse una idea de todo lo que percibe.

El primer truco ya lo conoces, minimizar. Quédate sólo con lo realmente importante, líbrate de todo lo que sobre.

El segundo truco también es un viejo conocido, usa cajas. Agrupa en cajas de la misma familia y color aquellos elementos que sean de la misma temática, creando secciones. Un ejemplo típico es guardar las revistas y papeles en cajas de tipo archivador. También el material de papelería es algo que se puede guardar fácilmente en una caja.

El tercer truco es el 60/30/10, la famosa escala en la que tienes que dividir los colores de las habitaciones. 60% de un color principal, 30% de un color secundario y 10% de un color para los detalles. A ser posible, si te gustan los estampados, resérvalos para ese 10%. Esto es por el mismo motivo, un exceso de formas y colores evita la relajación.

Por último, y este es nuevo, crea secciones también en las paredes. Por ejemplo, tener una pared llena de cuadros y las otras vacías es mucho mejor que tener tres con pocos cuadros. Creo que este ejemplo es bastante clarificatorio.

El desorden organizacional

Este desorden tiene que ver con la gestión del tiempo. Sabes que tienes un problema organizacional cuando vas con la lengua fuera a todas partes y tu frase más usada es «no me da la vida».

La mejor receta para este tipo de desorden son las rutinas.

Lo primero que necesitas es ser consciente del tiempo que tienes. Parece obvio pero casi nadie es consciente del tiempo real del que dispone. ¿Cómo puedes saberlo? Pues midiéndolo. Otro día entraré en detalle en esto porque da para otro post entero.

Una vez conoces tu tiempo y tus agujeros temporales, puedes planificar las actividades de manera realista. No pienses que tardas 30 min en llegar a la oficina si esto solo ocurre una vez al mes porque el resto de días pillas atasco.

Además, dedicarte de manera consciente a la actividad que realizas en cada momento no sólo ayuda a terminar mucho antes, también es un ejercicio meditativo que ayuda muchísimo a bajar los niveles de estrés.

Es lo que te ocurre en clase de Pilates o de Yoga cuando estás 100% centrado en el ejercicio. Lo que ocurre cuando ordenas, friegas o cocinas es que, mientras tanto, estás viendo el móvil y planificando el resto del día mientras piensas qué estarán armando los niños solos en el salón.

En resumen

De momento, quédate con esto: tres tipos de orden. Aprender a identificarlos es un paso importante. Tómalo con calma. Este post es muy denso y hay muchísima información que iré desarrollando poco a poco.

Y, por si quieres revisarlo, aquí te dejo el capítulo de Vidas en Orden en el que traté el tema.

Vidas en orden – Programa 03 Completo

4 thoughts on “Los tipos de desorden

  1. Aunque creo que tengo del primero y el tercero, claramente tengo más marcado el primero… Ahora con el peque me resulta complicado, pero yo sigo con la firme intención de ir resolviendo esos montoncitos del caos que van creciendo y creciendo e invadiendo nuestra casa…

    Gracias por el post!!!

  2. Pues desde que te conoci estos tres desorden los llevo a rajatabla, me cuesta ehhh pero es una sensaciòn de bienestar cuando esta cada cosa en su sitio, el que llevo peor es el espacial pero poco a poco lo estoy consiguiendo, gracias, para ponerte un ejemplo decirte que hoy me tocaba, cocina, entrada y escaleras y mira que hora es y ya lo tengo todo echo y tambien he preparado la cena….

  3. hola alicia,

    ¿como desorden visual podemos considerar una estantería llena de libros, donde se mezclan tamaños, colores, en disposición vertical y horizontal? porque no lo había pensado hasta que te he leído, pero tengo una así en el salón, que siempre creía ordenada (los libros no están amontonados, si no colocados), pero es verdad que nunca a terminado de convencerme, y ahora creo que es porque en realidad no sigue un orden bueno.. bss!

  4. Guapi soy tan desastre que tengo de los tres jajajaja. Por cierto,… «organizacional»? no querrás decir «organizativo»? 🙂 saludos!

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