No es poca la gente que me pregunta cómo es posible recuperar el control de tu vida a través del orden del hogar. Sobre todo, es una pregunta muy habitual en entrevistas.
Es comprensible. Primero, porque ordenar una vida problemática o caótica parece un objetivo muy ambicioso, complicado y, a veces, casi imposible. Segundo, porque el hogar es algo tan rutinario, tan básico y tan tedioso, que parece que apenas tenga relevancia en algo tan elevado como la felicidad.
Pero por los mensajes que me vais mandando, veo que muchos de vosotros empezáis a entender ya, de verdad, cómo funciona todo este método.