Trastero o terraza

Trastero o terraza
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Esta semana sí que sí, ha llegado el calorcito. No te diré que llega para quedarse porque tanto tú como yo sabemos que todavía vendrán lluvias pero lo cierto es que ya hay que empezar a prepararse para el buen tiempo.

En la línea de los post sobre tu rincón y la rutina de felicidad, hoy vengo a hablarte de una costumbre también muy nuestra que es la de usar las terrazas de «trastero de proximidad».

El peligro de los trasteros

Antes de empezar, aclarar que, para mí, los trasteros son más un problema que una solución. ¡Y eso que yo vivo de ponerlos en orden!

Básicamente, los trasteros son la opción vaga, una excusa de la mente para evitar deshacerte de las cosas que ya no pintan mucho en tu vida.

Las dos cosas más comunes con las que tienes que luchar para librarte de cientos de cosas que son un lastre para ti son: la pereza y la culpa. Hay más, pero estas son las dos principales.

La pereza de ponerse manos a la obra y empezar a sacar bolsas de casa es muy grande. No obstante, aún es peor la culpa por deshacernos de cosas caras, infrautilizadas, regalos o recuerdos que, realmente, no queremos.

Por suerte, hemos inventado los trasteros. Genial, ¿no? Ya tenemos un lugar para «tirar sin tener que tirar». Claro, hasta que se llenan o hay que mudarse.

Los trasteros te ayudan a postergar decisiones incómodas o dolorosas. Por eso, a mí, no me gustan.

Las terrazas como trasteros de proximidad

Es probable que seas de los que tiene las bicis ocupando media terraza (para usarlas dos veces al año). A lo mejor has tenido esa genial idea de tener la «segunda despensa» en un armarito de resina. Sí, esa en la que encuentras latas de guisantes con óxido que aunque aún no hayan caducado los tiras por si acaso.

También está el clásico del armarito de las herramientas y los trastos. Porque no se puede llamar de otra manera más que trastos. Ahí van a parar cables de todo tipo, grifos desmontados por si algún día se vuelven a poner, herramientas, bombillas. Pero, claro, el exterior es el exterior y también hay humedad y óxido.

El caso es que el 80% (siendo buena) de los trasteros-terraza, son un fiasco sin sentido.

Curiosamente, luego fantaseamos con casas con jardines y terrazas impresionantes. No es casualidad que Netflix esté lleno de series sobre casas, jardines y similares. Esas series son nuestra mejor fantasía.

¿Por qué no empiezas con la tuya entonces?

Disfruta tu terraza

Este verano te propongo intentar convertir tu terraza en esa que siempre quisiste tener. Libérala de trastos, haz un sin piedad como si no hubiera un mañana y empieza desde cero. Hoy es el primer día del resto de tu vida.

Si tienes poco presupuesto, mi consejo es invertir en dos básicos baratos.

El primero, el césped artificial. Lo hay de múltiples precios pero el más barato es suficiente para empezar. Ojo, antes de comprar nada, echa un ojo a Apps de segunda mano. Te vas a sorprender. Puedes encontrar césped artificial de la mejor calidad a precios muy bajos. Usado, obviamente, pero en muy buen estado.

Si ya dispones de más presupuesto o de más metros cuadrados, puedes combinarlo con baldosas de exterior para jugar con diferentes texturas o aportar calidez. Es raro que los suelos de las terrazas sean chulos. El mío, por ejemplo, era de baldosa blanca. Una tortura. Parecía sucio hasta después de limpiarlo. Césped y baldosas acoplables y santas pascuas. Mil veces más bonito y muchísimo menos trabajo. Dos por uno.

El segundo es el brezo. El brezo se utiliza para cubrir paredes o vallas y aportarte un extra de intimidad. Si las vistas son buenas, brezo bajo. Si las vistas son malas, brezo muy alto. Es infalible.

Listo. Con estas dos cosas monté yo mi primera terraza, de dos metros cuadrados. A eso le sumé un conjunto de mesa y sillas de jardín. Si vives cerca de IKEA, la serie TÄRNO va fenomenal, es súper barata y dura lo suficiente como para aburrirte de ella.

Incluso puedes rematarlo con una guirnaldas de luces de exterior estratégicamente colocadas para crear ambiente. O añadir unas cortinas de tul blancas para buscar el rollo ibizenco. Esto es interesante si vives en sitios con muchas horas de luz y calor.

Combina esto con algunas plantas de exterior y tendrás tu pequeño oasis veraniego. Último consejo decorativo. No descuides las macetas. Mucha gente estropea una buena terraza con macetas de plástico de distintos colores sin ningún criterio.

Como en cualquier parte de la casa, la terraza también se rige por la regla 60-30-10. 60% de un color, 30% de otro y 10% de otro.

No hace falta gastar mucho ni tener mucho de nada. Se trata de ir construyendo las cosas con mimo, poco a poco y con criterio.

Lucha contra las excusas

No te creas tus propias excusas. Como te dije, mi primera terraza tenía dos metros cuadrados, vivía en Galicia y tenía de todo menos dinero. Así que no me vale la excusa del espacio, ni la del clima ni la presupuestaria.

El cambio que supone mirar por la ventana y ver tu pequeña terraza de ensueño en lugar de dos bicicletas que «voy a llevar a arreglar» y un mueble de resina lleno de trastos es muy pero que muy considerable.

De hecho, el cambio es tan notable que hasta parece que entra más luz en casa. Hay más alegría.

Y eso por no hablar de las cenitas al atardecer o los desayunos con los primeros rayos el sol.

Conclusión

Ningún rincón de la casa debe relegarse al olvido o al abandono. Esto es especialmente importante en aquellos que realmente nos pueden aportar un plus de felicidad o relax.

El problema de todos estos rincones es que nos hemos dejado llevar por la pereza o una necesidad puntual que se ha acabado convirtiendo en permanente por pereza. Después, como siempre, las cosas llaman a las cosas. Así, donde antes había una bici ahora se acumulan trastos de distinto tipo que se han ido acumulando con el tiempo.

Es el momento de coger el toro por los cuernos. Este año, sí. Este año, tendrás tu terraza. ¿Te apuntas?

7 thoughts on “Trastero o terraza

  1. Un trastero es muy importante. Ahí van las cosas de Navidad, los esquíes y ropa de nieve, los azulejos del baño de la misma tintada que luego tienes que hacer una reparación y no encuentras. La ropa del hermano mayor que en dos años le esta bien al pequeño…todo cosas que se usan, que necesitas guardar y que te ocuparian un armario de tu casa. Si alguien tiene la suerte de tenerlo es un tesoro al igual que una terraza. Un saludo

  2. Yo me deshice del trastero hace dos años. Me hicieron un armario empotrado de pared a pared con baldas de diferentes alturas y barras para colgar. El resto de habitación es una salita con «mis» cosas. Me encanta cómo ha quedado. Sin perder su función de trastero he ganado un espacio para mí muy acogedor.

  3. Buenos días…. uy que me gusta una terraza bien limpia y organizada con textiles preciosos que me gusta renovar cada año… En la casa que vivo ahora es muy chiquita, mas bien demasiado chiquita pero tengo una vista espectacular y solo por eso me gusta pasar la tarde con una bebida fresquita y tomar el aire. La verdad es que la terraza la intento aprovechar todo lo que puedo….

  4. ay¡¡¡ yo estoy en ello estoy con mi jardín, y con poco presupuesto, intentare tomar nota de lo que dices, para hacerlo mas agradable, tengo sillas y mesa de resina, plantas ya plantadas aun me falta alguna, césped artificial un poco deteriorado pero para este año aguanta perfectamente, me falta lo de las luces, voy a probar este año a ver que tal……..cenar y desayunar en la terraza es lo mas bonito del mundo.

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