Cómo aprovechar las rebajas con cabeza

Cómo aprovechar las rebajas con cabeza
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Entramos de cabeza en una de las épocas más consumistas del año, las rebajas de verano. Las rebajas están bien y nos permiten ahorrarnos algo de dinero pero, la realidad, es que si no se planifican un poco, lo normal es que acabemos gastando bastante más de lo que necesitamos.

Pero ojo, ahí no está lo peor. Lo pero es comprar algo porque esta barato para descubrir poco después que, en realidad, no te gustaba tanto ni te queda tan bien.

Cómo funcionan las rebajas

Como siempre, antes de meternos de lleno en el meollo de la cuestión, vamos a intentar entender cómo funciona. Las rebajas trabajan con dos conceptos muy conocidos en marketing para forzarnos a hacer una compra compulsiva, sin pensar. Esto conceptos son la escasez y la oportunidad.

La idea es que veas prendas a las que normalmente no harías mucho caso con otros ojos. Por un lado, está la oportunidad que te ofrece la bajada de precio pero solo durante un tiempo limitado. Esto no solo te hace sentir más listo por conseguir el objeto más barato que los demás, además, te fuerza a no pensarlo demasiado porque se acaba el tiempo para decidirlo.

Por otro lado, la escasez alude a la circunstancia de que mucha gente va buscando lo mismo que tú y que las prendas compradas no se reponen. Esto quiere decir que, si tu talla se acaba en ese pantalón que ha llamado tu atención, probablemente no traigan más.

Entonces esta es la situación. Sales a «dar una vuelta», entras en una tienda, localizas un pantalón que te llama la atención: primero, por su descuento (bien grande y en rojo) y, después, porque encaja con tus gustos. Seguramente no pensabas en buscar un pantalón cuando saliste de casa pero, oye, ahí está.

Rebuscas un poco con desgana y resulta que tienen tu talla. Te lo pruebas y «pasa el test». Un detalle importante es que durante este tiempo no has pensado si te hace falta un pantalón más, con qué lo puedes combinar o si tienes sitio en casa para él.

Al final, lo compras porque, oye, es muy barato e igual si te lo piensas un poco, cuando vuelvas ya no está.

Qué ocurre después

Al final llegas a casa cargado de bolsas. Lo normal. El caso es que cuando te pones a abrir los cajones para colocar lo nuevo… ¡no entra!. ¿Y ahora qué? Pues normalmente aprietas un poco por aquí y por allá y se le hace hueco por imperativo legal.

La ley de Murphy dice que, si has comprado algo que no debías, no lo descubrirás hasta la primera vez que te lo pongas y ya no lo puedas devolver. Es entonces cuando, en lugar de donarlo, nos sentimos mal y lo volvemos a guardar hasta el fin de los días. Incluso hay quien no llega ni a quitar las etiquetas de lo comprado. Doy fe.

Y así, amigos míos, es como llegamos a los armarios del siglo XXI. Ropa apelotonada, cajones que no cierran, falta de espacio vital…

Cómo enfrentarte a unas rebajas, sacarles partido y mantener tu armario en orden

Básicamente, con un poquito de organización. Lo primero que necesitas es un presupuesto. Define cuánto quieres o puedes gastarte. Esto es básico.

Después haz una lista de la compra inversa pero aplicada al armario. Tienes que saber qué es lo que tienes y el espacio del que dispones. Aprovecha esta etapa también para hacer un sin piedad. Ya sabes, para que entre lo nuevo, primero debe salir lo viejo.

Una vez te libres de lo que no usas, no vale o no quieres y hayas detectado tus necesidades, es el momento de buscar inspiración. A mí me gusta echar un vistazo a Pinterest o a redes similares para buscar looks que me puedan gustar. Cuando localizo uno, pienso si me falta algo para completar el look (o me falta mucho).

Este no es el momento de pensar si lo vas a comprar o no, solo apúntate lo que quieres. Así, sigues buscando looks que te gusten.

Cuando ya tienes suficientes, mira a ver si puedes aprovechar la misma prenda para diferentes looks. También debes fijarte en si lo que vas a comprar puedes combinarlo con cosas que ya tienes.

Ahora ya deberías tener una idea de lo que te gusta, el juego que da con tus prendas actuales (cómo puedes combinarlo) y el presupuesto que tienes para ellas.

Con eso puedes hacer una lista ordenada por prioridades.

Conclusión

Como todo, ya ves, solo es cuestión de planificarlo y seguir el plan. Parece un poco rollo así explicado pero lo cierto es que es muy fácil de hacer y apenas lleva tiempo. El resultado, eso sí, merece mucho la pena.

Cuando sientas la tentación, revisa tu lista, recuerda tu objetivo y sigue adelante. Si te cuesta, piensa en cómo era esto antes. Recuerda, si te ha pasado, la ropa sin usar, la que al final no te quedaba tan bien, recuerda los armarios atestados y el agobio. Eso te animará a seguir el plan.

Yo llevo usando muchos años este sistema y estoy encantada. Los resultados no pueden ser mejores. ¿Y tú? ¿Te preparas de alguna manera para controlar las rebajas? ¿Qué te parece este método? ¿Si funciona con la comida, por qué no con la ropa?

5 thoughts on “Cómo aprovechar las rebajas con cabeza

  1. Gracias por tu post Alicia. La verdad es que me identifico totalmente con él. Hace años me pasaba exactamente lo mismo y aunque no lo llevo muy a rajatabla y cuando veo algo muy muy barato lo compro, si luego no me queda bien lo regalo a alguien a quien sé que le va a gustar. Este año tengo claro que lo que necesito no es ropa de vestir sino para la casa así que me planificaré y me ajustaré a ello. Lo prometo.
    Un abrazo.

  2. Buenos días Alicia…. me ha encantado el analisis que has hecho de las rebajas por que es la pura verdad, sobre todo este año que con la primavera tan rara que hemos tenido las ventas no se han producido en fecha así que ahora deben andar a la caza y captura del incauto/a. Yo no entiendo muy bien lo que me ha pasado pero desde que tome el toro por los cuernos y me metí a saco y deguello con mi armario hice unos sinpiedad no ya extremos, sino epicos, se me han quitado las ganas de tiendas y rebajas, sobre todo. Ya me salté las de invierno, tan solo compré unas zapatillas de casa al principio de temporada asegurandome que en la misma caja salian las viejas y ahora voy por el mismo camino, zapatillas de estar en casa de verano. Tengo ropa suficiente, en buen estado y mi armario todavia admite algun sin piedad mas… por tanto,,,,, por el momento no siento necesidad de compras y mucho menos de rebajas…. Me he inmunizado….. El dinerito… pa las vacaciones…..

  3. Holaa !! Ni un solo € me pienso gastar en rebajas … Tengo ropa más que suficiente y el verano en Castilla – León es muy corto ….

  4. Yo tb soy de las vuestras. Nada de rebajas, pq menos es mas y me considero afortunada con la ropa que tengo ya que puedo hacer muchas combinaciones y el dinero para disfrutarlo en momentos, que al final es lo que recordamos!!!

  5. Pues yo me compraré algo porque hice un sin piedad tremendo y algo necesito pero poco. Además lo tengo muy claro.
    Creo que otro «sinpi» no me va a venir mal.

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