A lo largo de los últimos meses, si algo te has hartado de leer es sin piedad. Y es que es una de las normas básicas de mi método pero, ¿qué significa exactamente hacer un Sin Piedad?
Sin piedad es un proceso que vamos a iniciar en nuestra cabeza y que nos va a llevar a eliminar la acumulación y a recuperar nuestro espacio.
Pero esto es sólo el principio.
Sin piedad es ser consciente de lo que te rodea
Una de las transformaciones más importantes que busco con mi método es que seas consciente de todo lo que te rodea. Vives rodeado de cosas que no utilizas. Peor aún, vives rodeado de cosas que ni siquiera sabes que están ahí.
Lo has descubierto recientemente durante el reto 21 días para tener tu casa en orden.
Vamos a verlo con un ejemplo. Has descubierto durante la reorganización un juego de café que nunca habías usado y que debe tener como diez años.
¿Qué es hacer un Sin Piedad? Un Sin Piedad es ser consciente de que ni siquiera te acordabas de ese juego de café. Eso significa no sólo que no lo usaste durante años. Lo más importante es que significa que te da igual si está o no en tu casa.
Y aquí podrías pensar «pero, si me da igual, tampoco me molesta, puedo dejarlo en esa caja y olvidarlo de nuevo durante años».
Lo que ocurre es que, el juego de café en sí mismo, te es indiferente, pero el espacio que ocupa no. Ese espacio está haciendo tu casa más difícil de gestionar, más ocupada, más desordenada…
Si esto lo multiplicas por la cantidad de cosas que tienes en casa, igual has llegado a pensar en mudarte a un piso más grande porque guardas montones de cosas que te son indiferentes. Así que ahora, además, esas cosas que «no importan» te están costando dinero y quizá dejar una casa que te encanta porque «se te queda pequeña».
Sin Piedad.
Sin piedad también es conocerte a ti mismo
Casi sin darte cuenta, conforme vas siendo más consciente de tu entorno y de lo que te rodea, también empiezas a conocerte mejor a ti mismo.
Es inevitable.
Lo que ocurre es lo siguiente. Antes vivías en la locura del día a día. Trabajas, compras, corres por casa haciendo esto y aquello y llegas tarde a todos lados. Así pasan los días, las semanas y los años. Ah, y vas a Yoga para desconectar.
No hay tiempo para más.
Ahora has decidido tomar las riendas, controlar lo que tienes. Parece una chorrada, lo sé. Pero, cuando empiezas, algo cambia en tu cabeza.
Te has dado cuenta de la locura en la que vives, de como se acumulan las cosas sin tan siquiera saber cuándo aparecieron.
Después haces limpieza, te quedas con lo que te hace sentir bien y eso te llena de tranquilidad y optimismo.
Al terminar la organización, también eres más consciente del espacio que tienes y de cómo se ha malgastado.
Cuando digo Sin Piedad, no estoy diciendo «¡tira con todo!«. Cuando digo Sin Piedad, estoy diciendo «para, piensa, sé sincero contigo mismo. ¿De verdad te gusta eso? ¿Te hace feliz?«.
Y cuando digo Sin Piedad, también pido que te olvides de cuánto ha costado o quién te lo ha regalado. Porque, ¿sabes qué? Muchas veces, cuando regalas cosas, estás regalando cadenas.
Así que, cada vez que haces un Sin Piedad, te estás conociendo mejor. Estás siendo consciente de lo que te gusta y te disgusta, de cosas que no querías pero conservas durante años, del sitio que ocupan y de lo infeliz que te hace.
Te sonará la frase de «diez bolsas de basura han salido hoy». Ahí lo tienes.
Sin Piedad.
Te propongo un paso más
Te voy a proponer algo que nosotros ya hemos empezado a practicar en casa, incluso con la peque.
Empieza a regalar experiencias, o gestos, y olvídate de las cosas.
Claro que a veces es genial recibir un anillo o esa chaqueta que tanto te gusta. Pero, ¿cuántos regalos has recibido en tu vida que no querías? ¿Cuántas veces has ido a buscar regalos de navidad sin querer hacerlo? ¿Porqué no regalar una cena, un día inolvidable o un bizcocho calentito?
A mi peque le regalamos cosas cuando le hacen especial ilusión, no cuando es un día señalado. Intentamos que pase días increíbles en los sitios que más le gustan.
Le regalamos ir a recoger frutos rojos o aceitunas, ¡y no veas como se le ilumina la cara! No hay juguete que pueda competir con eso.
También intentamos tener días especiales, estar todos felices, pasar más tiempo juntos. Si hay algo que nos hace ilusión, hay regalo, sino no.
Párate a pensar, vives rodeado de objetivos materiales, desde niño. Si te portas bien, regalo, si apruebas, regalo, si haces tareas de casa, regalo. Después quieres la tele, el coche, la casa… Es una gigantesca bola de nieve.
Es el modo de vida que la sociedad trata de imponer en nuestra cabeza. Y, ¿sabes qué? Yo no lo quiero.
Mi objetivo en la vida es ser feliz, no comprar cosas.
Por eso, como dice una cita anónima, educo a mi hija no para ser rica, sino para ser feliz. Así, ella conocerá el valor de las cosas y no su precio.
12 thoughts on “Qué es hacer un Sin Piedad”