Hoy te traigo un caso real como la vida misma. Porque está muy bien eso de la teoría y los tips pero lo mejor es ver como se consigue un cambio en una situación de verdad.
La familia de la que te hablo hoy tiene una terraza en forma de L y, como pasa en muchísimos casos, la utilizaron para guardar cosas sin tener antes ningún plan predeterminado.
Así, fueron poniendo una caja hoy, unos papeles mañana, hasta que se les fue de las manos.
Antes de la intervención
Lo primero que hicimos fue analizar el espacio que querían reformar y lo que vimos es lo que puedes ver más abajo.
Como ves, tenían muchas cosas y muy desorganizadas pero tampoco es algo tan difícil de encontrar. Seguro que has visto muchos casos similares.
Al ataque
Una vez visto el espacio, estudiamos las necesidades del cliente, según las costumbres de la casa y la capacidad. Se necesitaban unas estanterías para la biblioteca y un espacio para la alacena, eso era fundamental. Además, también querían un zapatero, una zona de tendal y un espacio extra para almacenaje, ya que la casa carece de trastero.
Con estas premisas, seguimos los pasos de Cómo organizar mi casa: pasos básicos, fuimos vaciando y clasificando en bolsa de donar, bolsas para reciclar y basura, bolsas de familia (la cantidad de cosas de familiares que se acumulan en una casa, da para un post extra) y lo que se queda.
Había un mesa rectangular que quitamos, ya que ocupaba una gran parte del espacio, también una segunda mesa redonda y un armario zapatero que ocupaba mucho y era muy poco práctico. Además, estos aparatosos muebles no permitían la movilidad necesaria y ya sabes que, si un espacio no es cómodo, no va a funcionar.
Con el espacio vacío, estudiamos las opciones y nos decantamos por las estanterías Billy de Ikea, con puertas en la parte baja. Son muy estrechas y para una terraza son ideales. Además, decidimos mantener las estanterías que ya tenían y darles un nuevo uso.
Después del montaje, dividimos y marcamos las secciones como te enseñé en Todo en orden: Cada cosa en su sitio: comida, productos de limpieza y productos del hogar, en las dos Billy del fondo y en la parte de abajo, porque es donde menos da el sol. En las partes superiores, pusimos las herramientas, las bombillas, el patinete…
En una tercera Billy, en la parte inferior, colocamos el zapatero y, en la superior, las cosas de costura. Dejamos un hueco entre las Billy para una manivela que recoge el tendal en el techo cuando no se está usando.
En las estanterías que ya tenían, colocamos los libros y papeles.
Los resultados saltan a la vista
No sólo les libramos de un montón de cosas que no necesitaban y acumulaban sin saberlo, sino que ahora tienen todo organizado, saben donde está cada cosa, pueden moverse con soltura por la terraza y tender y destender con comodidad.
Además, como ves en las fotos, les ha sobrado un montón de hueco para que puedan continuar el sistema con las nuevas incorporaciones que vayan llegando.
¿Qué te ha parecido?
3 thoughts on “Antes y Después: de terraza atestada a biblioteca y alacena”