Como ya sabes, si me sigues por Instagram, ayer estuve haciendo una biblioteca (una pequeña, no vayas a pensar). No es algo muy habitual en mi trabajo y es refrescante salirse de las cocinas y trasteros.
Evidentemente, mi forma de organizar una biblioteca no es tan académica o estricta como puede ser la de un archivero o un bibliotecario pero tampoco mis clientes tienen esa necesidad. Mas bien buscan soluciones cómodas y sencillas de recordar para mantener una mínima organización que no se conserve a lo largo del tiempo.
Y, para eso, mi recomendación es mantener tu biblioteca bajo unas pocas reglas básicas y sencillas.
Así que, si tienes la posibilidad de crear una biblioteca desde cero, ya sea por que te mudas o, simplemente, porque te apetece hacer una reorganización, hoy quiero darte unos tips que te pueden ayudar con el proceso.
El problema
Obviamente, el primer problema es tener más libros de los que podemos almacenar pero vamos a saltarnos esa parte. Yo tengo la regla de que, todos los libros que no quieras releer, es mejor donarlos. Seguro que a alguna persona le apetece e igual no puede permitirse comprárselo ;-). Pero esta es mi regla. Si te hace feliz solo el hecho de verlos ahí y tienes espacio para ellos, me parece fenomenal que te los quedes.
Digamos que ya has hecho una primera criba. Eres una persona que adora los libros, te hacen feliz y les has asignado un espacio lo suficientemente amplio y cómodo en tu casa para darles el protagonismo que, bajo tu punto de vista, se merecen.
Los libros ocupan mucho pero, además, su principal problema es que crecen muy rápido con el tiempo. Por eso, si no los tenemos bien colocados siguiendo unas reglas claras, encontrar uno en concreto, muchas veces, puede ser complicado.
No es raro encontrar en casa de grandes lectores, al menos, uno o dos libros repetidos.
Per vamos a entrar en materia y ver cómo organizamos tu biblioteca.
Calcula los metros lineales que necesitas
Calcula los metros lineales que necesitas para colocar todos tus libros (o revistas). Esto se hace fácilmente viendo la capacidad de las estanterías que vas a poner o las que estás evaluando. Si ves que son necesitas más metros que el espacio disponible, puedes optar por poner una estantería un poco más profunda que te permita crear un doble fondo en determinadas zonas.
No es lo más recomendable porque sabes que lo ideal es tenerlo todo a la vista pero la opción está ahí. Hay determinados casos en los que funciona muy bien. De hecho, en mi casa tengo una balda justo así. Por ejemplo, es una forma de guardar colecciones en las que puedes saber casi con seguridad qué libros son los que están detrás.
Otra recomendación personal, si puedes, es utilizar estanterías con puertas para evitar que se cuele el polvo por los libros. Es una inversión que, a la larga, se agradece una barbaridad.
Crea secciones
Sé que es muy cansino este consejo pero es que vale para todo. Crea secciones por temática: novela histórica, ciencia ficción, literatura clásica, historia, biografía, cocina, life-style…
Si usas dobles fondos, una regla importante es que los libros de la hilera delantera y los de la trasera sean de la misma temática.
No te preocupes si te sobra espacio en algunas baldas. Tú y yo sabemos que lo ocuparás muy pronto.
De hecho, si creas una biblioteca con un espacio muy justo, pronto empezarás a meter libros en horizontal encima de las hileras y cosas así que romperán toda la magia y darán sensación de agobio y exceso.
Si no te parece muy feo, añadir pequeños cartelitos con el nombre de la sección ayuda muchísimo. Al principio parece una tontería pero, conforme pasan los meses, las secciones menos consultadas empiezan a olvidársenos y ya no es tan evidente que estaba aquí y qué estaba allá.
Utiliza sujeta libros
Utiliza sujeta libros para que se mantenga cada sección en su sitio. Importantísimo. Además de para lo evidente, los sujeta-libros crean barreras físicas que nos ayudan de forma inconsciente a no meter otros libros delante. Esto es importante porque evitará que mezclemos secciones por accidente o que metamos un libro donde no le corresponde.
Si, por prisas, lo dejamos donde no es, no moveremos el sujeta-libros porque de un vistazo rápido podremos ver aquellos libros que están mal ubicados.
Prima la comodidad de cada miembro de la familia
Los libros de los niños, colócalos en los estantes bajos. No les suele importar ponerse de rodillas y, de hecho, les gusta.
Ve subiendo, colocando los de uso más frecuente a la altura de tus ojos y los de menos uso en la parte más alta.
Junta los libros de un mismo autor
Esto es un poco evidente pero tiene truco. Por ejemplo, si tienes 21 dias para tener tu casa en orden y Pon tu Vida en Orden pues ponlos juntos. Fácil, ¿no?
¿Y si tienes un mismo autor que ha escrito libros de temáticas distintas? En ese caso, si has organizado tu biblioteca por secciones temáticas, prima la temática. Cada libro tendrá que ir en su temática, aunque separes al autor.
Déjalo reposar
Organizar una biblioteca parece más fácil de lo que es. Una vez termines, déjala reposar unos días y consúltala pasado ese tiemo para ver si funciona, si te encuentras cómodo y se localizas lo que buscas fácilmente.
Si es así y te apetece, este es el momento en el que puedes empezar una pequeña base de datos informatizada, que es algo que también suele gustar mucho a los amantes de los libros.
Conclusión
Método, sencillez y voluntad. Para mí, las tres claves de una biblioteca personal que perdure en el tiempo.
Pero cuéntame que estoy segura de que hay muchos amantes de los libros tras la pantalla. ¿Cómo organizas tus libros en casa? ¿Has tratado de montar alguna vez tu pequeña biblioteca? ¿Cuál fue el resultado?
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