La planificación y organización de los gastos dentro de la gestión de las finanzas domésticas no es algo propio de los organizadores profesionales en sí mismos. No obstante, en mi caso, más allá de la organización del hogar físico, también enseño a gestionar rutinas que derivan en el ahorro de tiempo y en la reducción de muchos de estos gastos.
En este post, quiero contarte una parte mi sistema, el que utilizo en mi propia casa y el que recomiendo a mis clientes. No hay nada que pueda recomendar más que lo que yo misma uso cada día.
En este caso nos vamos a centrar en cómo gestionar el dinero de cada mes para alcanzar unos objetivos concretos. Existen otras partes como los presupuestos anuales y otras técnicas pero vamos paso a paso.
1.- Divide por presupuestos
Los economistas lo llaman también partidas de gastos, seguramente te sonará de haberlo escuchado. La idea es tener una cantidad prefijada para diferentes actividades que sé que voy a llevar a cabo a lo largo del mes.
Por ejemplo, en mi caso divido mis gastos en: compra, ocio, gastos fijos y ahorro.
Los gastos fijos son fáciles de calcular. Solo hay que sentarse y empezar a sumar casa, luz, gas… lo que sea. Seguramente ahí se vaya la mayoría de tus gastos.
La compra es un poco más difícil de valorar porque puede sufrir variaciones de un mes a otro pero, más o menos, sobre todo si te has pasado a los menús y la lista de la compra inversa, habrás reducido y acotado más este gasto y sabrás dar una cifra aproximada.
Bien, hecho esto, nos quedará algo para repartir entre ocio y ahorro.
2.- Evita las tarjetas
Las tarjetas de crédito son muy cómodas, peligrosamente cómodas. Es realmente difícil llevar las cuentas en la cabeza cuando todo pasa digitalmente.
En los últimos años han proliferado las Apps de todo tipo que prometen ayudarnos a convertir el descontrol de las tarjetas de crédito pero lo cierto es que no hay nada más efectivo que ver que antes tenías en el bolsillo un billete de 50€ y que ahora quedan 10€.
Yo tengo tarjetas, claro, pero intento mantener su uso para casos excepcionales muy controlados o emergencias, nunca para el día a día.
2.- Separa el dinero de la compra
Separa el dinero de la compra a principio de mes y ponlo en un monedero específico. Si eres de los que hace compra online, como en mi caso con el pedido de la carne, retira ese dinero del monedero.
Si no sabes calcular el presupuesto de la compra, una forma rápida de hacerla es guardar todos los tickets durante un mes y sumar. Además, usa un subrayador y marca en color bien destacado esas cosillas que se han colado en la lista de la compra a modo de capricho como patatas fritas, chuches… De esta manera, puedes saber realmente qué presupuesto gastamos en compra real y cuánto en «extras».
3.- Fíjate una paga semanal
Fíjate una paga semanal para cafés, cenas, cines, flores… lo que quieras. Dátela los jueves ya que el mayor gasto en ocio se suele producir durante el fin de semana. Si te ha sobrado algo al jueves siguiente, guárdalo en un bote antes de darte la nueva paga.
A final de mes, además del ahorro que te hayas fijado, tendrás un extra en el bote. Este extra es excelente para pequeños gastos extra como la paga de los meses que tienen cinco semanas en vez de cuatro, impuestos, pequeñas reparaciones o multas.
4.- Evita las «tiendas trampa»
Evita las tiendas en las que sabes que vas a picar. En mis talleres, suelo contar siempre que yo evito ir a Mercadona. Cada vez que entro, siento un deseo extremo de comprar un montón de cosas que tienen un pintón, como probar nuevos productos o alimentos. ¡Y realmente no los quiero! Así que la solución, en mi caso, es no ir.
Todos tenemos esas tiendas trampa en las que sabemos que perdemos un poco el control.
5. Evita los paseos por zonas comerciales.
Esta es muy evidente, ¿no? Si sales a pasear por el parque o por el barrio será más difícil que te apetezca gastar que si lo haces por un centro comercial.
Por supuesto, esto depende del nivel de autocontrol de cada uno y del momento en el que se encuentre.
No obstante, para cuando te apetezca pasear por una zona comercial, te doy el siguiente truco.
6. Haz listas de necesidades
Y llévala siempre contigo. Yo para esto suelo usar las listas del planner que va siempre conmigo o alguna App del móvil. Tengo listas de algunas prendas de ropa que ya tengo analizadas y sé que les voy a sacar mucho partido y me apetecen, de libros, de decoración…
De este modo, si paso por un escaparate y veo algo que me llama la atención, consulto las listas. Si no es algo que esté buscando y sepa por qué y para qué lo quiero, lo deshecho rápidamente.
Esto es lo que llamamos compra consciente, es decir, aquella de la cual conocemos su objetivo y razones.
7. Separa el ahorro a primeros de mes
Seguramente el mejor truco que te puedo dar. Una vez hechas tus cuentas, decide lo que quieres y puedes ahorrar (sé realista). ¿50€? Perfecto, ¿100€? Mejor aún, ¿20€? Lo que sea. Al principio no es la cantidad lo relevante si no el hecho de conseguirlo.
El truco está en separar ese dinero a principio de mes, de no verlo ni tenerlo. En mi caso, ordeno una transferencia mensual automática de lo que quiero ahorra a una cuenta de ahorro así que desaparece del dinero accesible antes casi de que pueda verlo. Es una técnica 99% efectiva (nunca hay nada al 100%).
Al final, es como si te subieran el recibo de la luz, al final acabas acostumbrándote a tu nueva situación. Con el tiempo, te olvidarás de esa transferencia y la magia del ahorro inconsciente engrosará tus cuentas.
Conclusión
Como la organización del hogar, la organización financiera es una cuestión de planificación, técnicas y auto-conocimiento.
Si conoces tus debilidades, puedes controlarlas, si te planificas, puedes prever y si conoces las técnicas, puedes generar buenos hábitos y mecanismos que te hagan la vida más fácil.
Espero que te haya gustado este post un poco diferente. Cuéntame qué te ha parecido en los comentarios.
Y, si te animas, el viernes 25 de enero tenemos taller de rutinas en Madrid, y aún quedan plazas.
18 thoughts on “Cómo consigo ahorrar todos los meses”