Si eres lector del blog, sabrás que yo soy muy de congelar. Saco muchísimo partido al congelador, y eso que es de esos pequeñitos con balda.
Recientemente, Albal se puso en contacto conmigo para que probase bolsas de congelado y les diese mi opnión. Si me sigues por IG, sabes que uso esas bolsas desde hace mucho tiempo así que fue fácil decirles que sí. Las recomiendo siempre por que realmente funcionan las uso en mi día a día real.
Para ello, hoy quiero hablarte del congelado vertical: cómo lo hago yo, qué congelo y por qué uso los productos de Albal.
Las bolsas de congelado
En general, soy muy fan de las bolsas de congelado. Si tienes un congelador pequeño, como el mío, son la única forma de aumentar el espacio y sacarle partido.
Hay tres razones principales por las que me gustan las de Albal en su día. La primera y más evidente es la resistencia. Ahora mismo no recuerdo que se haya roto o estropeado el cierre de zip en algún momento pese a varias reutilizaciones.
Y ahí está la segunda razón, son reutilizables. Lo único que tienes que hacer es lavarlas un poco después de su uso.
Sabes que para mí el cuidado del planeta es importante. El plástico es práctico y tiene montones de ventajas frente a otros materiales pero hay que gestionarlo equilibradamente. Si reutilizamos y reciclamos los plásticos podemos alcanzar un equilibrio que nos beneficie a todos.
Por último, están libres de BPA. Conjuntamente con el planeta, el cuidado de nuestra salud es lo más importane. Cada vez más marcas se suman a crear productos sin BPA y eso son buenas noticias.
Poquito a poco, entre todos, estamos equilibrando la balanza hacia un tipo de vida más saludable y sostenible y son nuestras pequeñas decisiones los que lo van consiguiendo.
Cómo congelar en vertical
Seguramente ya has comprobado las ventajas que tiene el doblado vertical. El congelado vertical es muy parecido pero aplicado al congelador.
Si tienes un congelador muy pequeño, como el mío, esta técnica multiplicará su espacio. Si tienes un congelador más grande, igual no necesitas el espacio pero sí necesitarás verlo todo y organizarlo para no encontrarte la pechuga de pollo chafada debajo de los botes de caldo. Tendríamos muchas sorpresas si pudiéramos saber cuantos años (sí, años) tienen algunas de las cosas de los congeladores.
El congelado vertical funciona especialmente bien para caldos, cremas, y platos de cuchara. No obstante, puede ser aplicable casi a cualquier cosa.
La única forma que yo conozco de congelar en vertical es el uso de las bolsas de congelado. Estas bolsas de Albal con cierre Zip son mis favoritas y las que llevo usando desde hace años en mi día a día. Si quieres ponerlas a prueba, mete caldo en estado líquido, ciérralas bien y dales la vuelta. Ni una gota. Seguro que alguna vez me has visto por stories haciéndolo (mi chico sigue poniendo cara de pánico cada vez que lo hago).
Pero vamos al congelado. Una vez tienes tu caldo en la bolsa (o lo que sea), lo metes en horizontal en ese cajón pequeñito que solemos tener en la parte de arriba de nuestro congelador, el que está pensado para hielos. Nosotros lo vamos a usar para dar forma a nuestros congelados. Pasado un día, abre el cajón tendrás una fina lámina que podrás colocar en vertical en cualquier otra parte.
Ya verás el espacio que ahorra y lo práctico que es.
Qué comida se puede congelar
Congelar es como meter cosas en la lavadora, siempre que puedas te animo a probarlo. Por ejemplo, si tienes un calabacín a punto de estopearse y te vas de vacaciones, aprovecha y congélalo antes de tirarlo.
Partiendo de la base de que «casi todo es susceptible de ser congelado», vamos con mi lista.
En crudo, congelo todas las carnes, tanto rojas como blancas y los pescados, moluscos y crustáceos. También las frutas, pero sin piel, por que luego quitarles la piel es más complicado. Las verduras también las congelo, pero me gusta congelarlas limpias, peladas y picadas. Incluso congelo los tomates y las hojas de albahaca o menta de mi huerto. Así puedo tener verduras listas para cocinar, ahorrándome el tiempo de pelar y cortar en el día a día. Esto es una maravilla.
Además, también puedo tener plantas aromáticas del huerto todo el año. Las aromáticas se mueren en cuanto empieza el frío así que el congelador es la solución ideal.
En cuanto a productos elaborados, el queso congela de maravilla, también los embutidos y los yogures. ¡Cuántos buenos quesos se habrán echado a perder pudiendo congelarlos!
Todos los platos de cuchara pueden congelarse: lentejas, garbanzos, cremas, caldos… También el arroz y la pasta pero cocinada muy al dente para que no se pase al calentarlo. Y no olvidemos las albóndigas, la carne asada, el pisto y la menestra de verduras. En fin, casi todo.
Pero existe un producto que a mí no me gusta como queda tras congelarse y es la patata. Pierde totalmente la textura y no queda buena. Yo siempre la quito de todos los platos que preparo para congelar. Cuando lo voy a calentar en un guiso por ejemplo, añado un poco más de agua al guiso y pongo una patata fresca troceada y listo.
Albal Food Saver
Y para cerrar este alegato al congelado no quiero irme sin comentarte lo de la app que te contaba arriba. Albal ha sacado una app llamada Food Saver. El objetivo es no echar a perder la comida del congelador. Ya sabes, cero comida a la basura.
Para ello, sus bolsas de congelado llevan ahora un código numérico. Cuando congelas algo, usas la app para identificar el número de bolsa y qué vas a meter en ella (tienen una enorme base de datos de platos que se van ampliando). Parece un poco rollo pero es muy rápido. Además en la App tambien encontramos consejos sobre congelación, descongelación y preparación de alimentos.
Las ventajas de este sistema son varias:
- Por muy «blanca» y chafada que esté la bolsa, siempre sabrás exactamente qué contiene. Y eso no es tan fácil. ¿Cuántas veces has usado el truco de poner una etiqueta o escribir con boli el paquetito? ¿Cuántas veces no se lee?
- Aunque congeles, la comida tiene un tiempo máximo para estar en buenas condiciones. La app te avisa antes de que la comida se te estropee. Una vez más, cero comida a la basura.
- Es gratis, práctico y rápido.
Repite conmigo: ¡No más pechugas de pollo disecadas al fondo del congelador! Es un clásico en todo congelador de bien, aunque nadie se atreva a confesarlo 😉
Y ahora es tu turno, como siempre, ¿congelabas ya en vertical? ¿Qué te parece la app? ¿Te gusta esta idea? ¿Te animas a probarla? Cuéntamelo en los comentarios.
17 thoughts on “Qué congelo y cómo congelar en vertical”