El Black Friday está ahí a la vuelta de la esquina y, con él, los peligros de la compra compulsiva. Hoy me gustaría intentar darte unos consejos para sacarle partido o dejarlo ir sin remordimientos.
Para los pocos que no lo conozcáis, el Black Friday es un día durante el cual bajan los precios escandalosamente. Al menos, esa es la teoría.
Es una tradición importada de los Estados Unidos y que este año cuadra en 24 de Noviembre. Además, aunque originalmente duraba sólo un día, terminó aumentando debido el éxito y hoy día muchas tiendas lo suman a todo el fin de semana, hasta terminar con el Cyber Monday, que suele reservarse a ofertas de tecnología y que es el lunes siguiente.
En total, cuatro días de consumismo desenfrenado que en Estados Unidos causa auténtico furor. Pero no es oro todo lo que reluce.
¿Vale la pena?
Son muchos los usuarios y organizaciones que han hecho estudios concienzudos de estos días locos. La conclusión mayoritaria es que, salvo excepciones, la mayoría de las tiendas suben sus precios de forma importante desde finales de octubre para simular rebajas más grandes durante el Black Friday. Así, la realidad es que la mayoría no tienen descuentos de importancia.
En general, las bajadas de precios en casi ningún caso justifican la compra excepto en casos como los que te contaré más adelante. Hablamos de rebajas de, tal vez, 20€ en un artículo de 400€.
¿Hay excepciones? Claro que sí. Lo clásico es que los grandes descuentos se centren en artículos de los que las tiendas quieren librarse por exceso de stock, cambio de material para la campaña navideña, etc… ¿Es esto malo? No, siempre que sepas bien lo que estás comprando.
Por ejemplo, es raro que en telefonía veas un terminal de alta gama y de última generación con una rebaja importante. Con la ropa, pues lo mismo. Ten claro que el Black Friday es un invento para liberar stock a la vez que se levanta un mes de muy malas ventas por tradición.
Cómo sacarle partido al Black Friday
En primer lugar, tienes que tener claro si necesitas algo o no. Si no necesitas nada, lo mismo da Black Friday que Pink Tuesday. No dejes que la marea te lleve a comprar algo sin que lo necesites y, además, presume de ello. Es para estar orgulloso.
En publicidad se utiliza una maniobra llamada Fomento de la sensación de escasez. Se trata de crear una necesidad fictícea dada la creencia del consumidor de que, si no compra ahora, perderá una gran oportunidad. Los Días de Oro, la Semana Fantástica, la Semana de la Electrónica, el Black Friday, los Días sin IVA… seguro que te suenan todos. Cada vez hay más. Casi no hay semana que no se rebaje algo. Lo increíble es que seguimos picando.
Una vez consigues controlar ese impulso de compra compulsiva, es hora de pensar con cabeza fría si te hace falta algo concreto. Tal vez tu ordenador está para el arrastre o necesitas una lámpara o un pijama. Es posible. Por ejemplo, así compré yo la cámara con la que grabo mis vídeos para YouTube.
Haz una lista de las cosas que te gustaría comprar y márcate un presupuesto. No veas precios antes, esto es importante. Debes hacer tu presupuesto en función de lo que tienes ahorrado y no en función de lo que necesitas gastar.
A continuación, busca antes por internet e infórmate de los precios habituales de los productos de tu lista. Así sabrás exactamente cuanto puedes ahorrarte. Te sorprenderá ver que a veces hay productos más caros de lo habitual pese a su increíble 30% de descuento.
El día señalado, cíñete a tu lista, ten ojo crítico y ten claros los precios habituales. No te dejes llevar por los carteles de colores y los números en rojo, ignora los estímulos. Que no te importe si queda una caja o cien, es otra maniobra de escasez habitual. No te pases de tu presupuesto, eso es sagrado.
Y, lo más importante, si no te convence al cien por cien, no lo compres. Nunca. Jamás de los jamases. O te enamora o no entra en casa.
Qué vas a conseguir con esto
Este sistema lo que va a conseguir es que empieces a ser consciente de cómo funciona la maquinaria del consumo por debajo y que no caigas en sus trampas.
Con el tiempo, esto hará que no termines comprando cosas que, al final, se van a quedar tiradas por casa. También empezarás a ser más consciente de lo que compras y lo que no y porqué lo haces. Inevitablemente, bajará tus niveles de consumo y acabarás teniendo menos cosas pero que te gusten más.
Ahora es tu turno ¿Qué experiencia tienes con el Black Friday? ¿Has comprado alguna vez algo de lo que te has arrepentido poco después? ¿Cuáles son tus trucos para dominarlo?
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