Hoy quiero hablarte del mal del acumulador de bolsas. Un problema que me encuentro en absolutamente todas las casas a las que voy. Incluso confieso que yo misma lo he sufrido en el pasado.
Por alguna razón, tiendes a almacenar bolsas en casa como si no hubiera un mañana. Las del súper, las de papel de ropa y cosmética, las que vienen con los regalos…
Las doblas con mimo y esmero, haces sacos de ganchillo para guardarlas e incluso tienes debates familiares acerca de si es mejor doblarlas en triángulos, cuadrados o en lazo.
Las bolsas bonitas
Esto es todo un mundo e incluso puedes dividir las bolsas en grandes grupos; las bonitas, las normales y las reutilizables.
Las bonitas no las usas. Son las de Tiffany’s, CH, Bimba y Lola o tantas y tantas otras. Las guardas como pequeños trofeos. Te recuerdan las conquistas que han llegado por regalos, viajes, tu primer sueldo o ahorrando como una hormiguita.
A veces te engañas diciendo que son buenas bolsas y que seguro que te harán falta en algún momento pero, por supuesto, cuando se da la oportunidad, nunca se usan.
Las bolsas normales
Luego tienes las bolsas normales, esa en la que devuelves el tupper a la suegra.
¿Qué hay de malo con eso?
Te pongo en situación. Tienes el tupper y metes tu mano en la bolsa de bolsas. La primera siempre es pequeña (tipo bolsa de farmacia), la segunda tiene un agujero y a la tercera valdría para guardar un armario entero. Como el tupper también entra y vas con prisa, metes el tupper, das cuatro vueltas a la bolsa y tira millas.
No parece muy eficiente.
Las bolsas reutilizables
Y en el podium está la bolsa reutilizable como las FRAKTA de Ikea o las de tela de Søstrene Grene. Eso es el top, puro delicatessen. Por esa bolsa se sufre y se llora cuando no nos la devuelven.
Y sí, son excelentes y una gran opción pero no hace falta acabar con el stock de IKEA, con dos o tres nos llega de sobra.
Conclusión
Arrasa con tu población de bolsas de plástico y papel. ¡Sin piedad!. Esto no es una cadena de esas del facebook, no vas a salvar a ningún gatito si te las quedas.
Yo para la compra tengo tres bolsas de tela (monísimas por cierto). En el coche, llevo tres FRAKTA de IKEA (dos pequeñas y una grande), por si hace falta cargar mucho peso ya que son de rafia y aguantan bien.
Para la basura, tengo las bolsas perfumadas del mercadona que vienen en rollo, son muy baratas y no ocupan nada. Las coloco en el propio fondo del cubo de basura así cuando quito la bolsa llena ya tengo ahí la siguiente, no tengo que andar buscando.
No hay ni una más.
Hazte un favor y vacía ese armario enorme, libera el bajo del fregadero o recupera tus cajones. Confía en mí, se puede vivir sin ellas.
No hay nada que de más sensación de desorden y saturación que abrir un armario o un cajón y encontrártelo lleno de bolsas.
Acostúmbrate a la bolsa de tela o a la de rafia. Verás que son mucho más prácticas y agradables y, además, cuidamos el planeta que tampoco le viene mal.
¿Y tú? ¿Todavía no te has levantado a tirar las bolsas? Únete a mí por un planeta más limpio y una casa más libre.
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