Hoy quiero hablarte del mal del acumulador de bolsas. Un problema que me encuentro en absolutamente todas las casas a las que voy. Incluso confieso que yo misma lo he sufrido en el pasado.
Por alguna razón, tiendes a almacenar bolsas en casa como si no hubiera un mañana. Las del súper, las de papel de ropa y cosmética, las que vienen con los regalos…
Las doblas con mimo y esmero, haces sacos de ganchillo para guardarlas e incluso tienes debates familiares acerca de si es mejor doblarlas en triángulos, cuadrados o en lazo.