Hoy te traigo un post muy personal que lleva rondando en mi cabeza desde hace unos días. Porque en mi casa, como en la de la mayoría, era muy frecuente lo de ir pasando trastos de unos a otros por aquello de no tirarlos.
Lo más frecuente es lo de la ropa. Vas a tirar algo que ya no te sirve o que ya no quieres y llamas a tus hermanas para ver si lo quieren. También ocurre con los muebles o incluso libros.
¿Y cuando un mueble te estorba por casa pero no quieres tirarlo porque está bien? Pues al trastero de mamá.
Qué tiene de malo
Sé lo que estás pensando, antes de tirarlo, más vale que alguien lo aproveche. Y estoy de acuerdo, pero con matices.
Muchas veces es a ti a la que te da pena tirar esa camisa que está casi nueva y tratas de metérsela con calzador a tu hermana pequeña para sentirte mejor al librarte de ella.
Estamos programados para la acumulación, para el por si acaso. Si hasta el refranero ataca a tu conciencia con eso de que el que guarda siempre tiene.
Y cómo lo hago
Debes rodearte de cosas bonitas, especiales, diferentes. Cosas que realmente te gustan y te hacen sentir bien, en la ropa, en los muebles y en todo. Así se crean las casas felices y con personalidad.
Esas casas Pinterest que transmiten paz y que piensas que es imposible tener, ¿sabes lo que tienen? Pocas cosas y muy escogidas.
Todo empieza librándote de lo que sobra, no importa que lo comprases ayer y te equivocases. Si lo mantienes, te seguirás equivocando todos los días. Que ese dinero malgastado te sirva de lección para la próxima vez.
Libérate y libéralos. Menos es más
Libera también a tu familia, no se lo des a alguien que sabes que lo guardará por si acaso, no intentes convencerlos, no te quedes con cosas por pena o por presión familiar.
Hace unos meses hicimos una liberación en casa de mi madre y ahora tiene un armario inmenso y un vestidor vacíos que, ¿sabes qué?, estaban llenos de ropa de cuando teníamos 15 años, incluso más pequeñas.
No te engañes, no vas a volver a entrar en el vestido que llevaste en fin de año del 99. Tus hijas no van a querer llevar tu ropa (salvo contadas excepciones) ni tú querrás que la lleven.
Tampoco los peluches, muñecas descabezadas, cuentos pintarrajeados. Tus padres no van a tirar esas cosas, y lo sabes, pero les estás causando un problema con eso (y con la ropa que aún guardas en su casa).
Muchos niños necesitan juguetes, dónalos y todo el mundo saldrá ganando. A tus hijos querrás comprarles sus propias cosas.
Es posible que te haga ilusión algún muñeco especial, todos lo tenemos, pero eso no son bolsas y cajas acumuladas en el trastero.
Aquí también incluyo la bandeja de plata que la tía Paqui te regaló por la boda, o el juego de café de tu abuela que dices que es vintage aunque sabes que es feo de narices. La vida es muy corta para estar rodeada de cosas que no te gustan, para ti y para los demás.
Cuando hagas limpieza, no hagas bolsas para mamá, o para Sonia. Si crees que algo les va a gustar, manda una foto rápida por whatsapp y pregunta directamente si lo quieren, sin más, no esperes durante días.
Sin piedad, toca liberar y liberarse.
2 thoughts on “Libera a tu familia de tus trastos”