Organizar la nevera no es fácil, es una experiencia llena de peligros inimaginables y enemigos irreconciliables. Es el espacio de la casa más cambiante, más usado y más compartido por toda la familia y, claro, cada uno tiene una idea de cómo debería organizarse.
Con el tiempo, he ido probando muchas combinaciones y, no te voy a engañar, dar con la tecla me ha llevado una temporadita. Hoy os traigo algunos trucos que suelen funcionar bastante bien pero tened en cuenta que cada familia es un mundo y depende mucho del tipo de compra que hagáis y de vuestros hábitos.
La puerta de la nevera
Lo primero que tuve claro es que tenía que quitar la huevera de la puerta. Sólo está completa el día que compras los huevos y, además, como suelen ser de menos de una docena, siempre se te queda la caja de los huevos en otro lado, así que tienes una huevera medio vacía en la puerta y otra en una balda interior. Ya sabéis que una recomendación que suelo hacer es que las cosas del mismo tipo se almacenen juntas y la nevera no es diferente.
En las baldas superiores guardo la mantequilla, el queso de untar, las salsas, el chocolate, la mermelada, la nata liquida y un tarro con dientes de ajo (recipientes pequeños de formas diversas) y en las baldas inferiores, la leche y las bebidas (normalmente demasiado altos para una balda interior de la nevera).
Las baldas interiores
Vamos con la parte central que es donde está la chicha. Si todavía tienes esos tupper tamaño extra grande que apenas usas y no te libraste de ellos tras leer Cómo organizar el armario de los tupper, utilízalos a modo de bandejas en los que poner todos los artículos del mismo tipo (pero por Dios tira ya la tapa que no cierra). Si no tienes esos tuppers, Ikea tiene unas bandejas de almacenaje muy chulas que van genial para esto.
Etiqueta las bandejas para identificar rápidamente su contenido. Es importante utilizar bandejas que aprovechen toda la profundidad de la nevera para no poner unas delante de otras ya que sino sería muy incómodo.
La idea es que, si buscas verduras, vayas a la bandeja de las verduras, la extraigas completamente, encuentres lo que necesitas y la vuelvas a colocar. Rápido y sencillo.
Otra ventaja de las bandejas es que la nevera apenas se mancha. Puedes limpiar cada bandeja de forma individual cuando veas que hace falta. ¿Te suena lo del bote que gotea desde la balda superior y deja toda la nevera hecha un asco? ¡Nunca más!
Un ejemplo de mis baldas
Os enseñaré cómo organizo mis baldas para que os hagáis una idea. En la balda superior, tengo dos bandejas o tuppers grandes etiquetadas como lácteos y embutidos.
En la segunda balda, tengo dos hueveras, debajo la cerrada y encima la que tengo en uso. A la izquierda suelo dejar las cosas que saco del congelador (carnes, pescado) y algún resto de comida que me pudiera quedar, aunque intento que sea lo mínimo posible.
En la tercera balda pongo las verduras, calabacines, tomates, lechugas, cebollas… y en la cuarta, que es la que hace de tapa del cajón, las frutas.
En el cajón de la nevera, dividido en dos, tengo las patatas por un lado y las legumbres por el otro.
Dónde encuentro esos cajones y bandejas monísimas
Ikea es un clásico para todas estas cosas, también en la nevera. Sino, Container Store, una empresa americana que envía a España, tiene locuras en soluciones de organización. Aquí podéis ver algunos de sus contenedores para nevera.
Otro día hablaremos del congelador pero eso ya es otra historia. Y tú, ¿cómo ordenas tu nevera? ¿hay algo que te desespere o algún truco que te haya resultado especialmente práctico?
25 thoughts on “Organizar la nevera de una vez y para siempre”