Hoy voy a tocar un tema que, seguro que si has sido madre, te va a sonar. C me manda una foto de su cajón de producto del bebé, un cajón con el que a toda madre le ha tocado lidiar.
Seguro que antes de que naciera tu bebé todo estaba colocado de forma ideal pero, poco a poco, según el bebé fue cumpliendo días y la locura se instalaba en tu casa, las cosas entraban y salían de ese cajón sin ningún criterio.
Me veo muy reflejada en ese cajón y en esas monodosis de suero fisiológico. A mí me trajo por la calle de la amargura durante muchos meses. Nunca encontraba lo que necesitaba y a veces compraba alguna cosa que ya tenía.
Vamos a seguir nuestros pasos básicos para cualquier tipo de reorganización para volver a ponerlo todo en orden.
Vaciar, tirar y categorizar
Lo primero es vaciar el cajón, tirar todo lo que haya caducado o ya no sirva, traer otros productos similares que seguro que tendrás por la encimera de la cocina o en el baño y agruparlos por categorías.
Es importante que todos los productos similares estén juntos porque, sino, no podrás controlar lo que tienes exactamente y será más difícil encontrar lo que buscas.
Lo único que vamos a separar son los productos que están sin abrir que veremos más tarde qué hacer con ellos.
Utiliza organizadores de cajones
Los organizadores de cajones ayudan mucho a que los botes no se caigan o a que las cosas pequeñas no pululen por el cajón sin un sitio definido. ¿Cuántas veces desarmamos medio cajón para encontrar un bote pequeño o una tirita que está al fondo?
Aquí te dejo algunas ideas de organizadores de cajones low cost que te pueden venir bien. Así, localizar el termómetro a las tres de la mañana no se convertirá en una odisea en el espacio.
Puedes juntar en un mismo hueco del organizador los aceites, cremas de pañal y similares, en otro los sueros, en otro las emergencias (dalsi, termómetro, apiretal…). Así, cuando te despiertes en mitad de la noche y tu bebé tenga fiebre no tendrás que revolver nada.
Acaba con las muestras
El ser humano es complejo y apasionante. Algún día tendrían que hacer un estudio acerca de nuestra pasión por los sobrecitos de muestras y el porqué no se usan en una apabullante mayoría de las ocasiones.
Recuerda, ¡sin piedad!, líbrate de las muestras y las bolsas de publicidad y quédate sólo con dos o tres que pueden ser útiles para cuando te vas de viaje. Yo todavía me sorprendo encontrando de vez en cuando algún sobre que ha sobrevivido a la quema. Créeme, en la mayoría de los casos, no los vas a usar.
Menos es más
En este cajón, menos es más, pero mucho más. Te recomiendo que los botes cerrados que separamos antes los pongas en la zona de despensa o almacén. Con los bebés es especialmente importante (yo aún después de 30 meses, nunca he tenido que comprar gel de baño a mi hija debido a la cantidad de ellos que me regalaron).
El almacén es una zona de la casa en la que guardas los recambios. De ese modo, cuando se te acaba algo, sabes que tienes que mirar ahí antes de comprarlo de nuevo. Todo lo que esté sin abrir debe ir al almacén.
Pronto os explicaré cómo organizar ese almacén y como trabajar con él para que no se convierta en un espacio de caos. La técnica del almacén ayuda a que los cajones del día a día estén mucho más limpios y despejados y a que no tengamos varios botes abiertos por un despiste.
Muchas gracias C por la foto y espero que te ayude, un abrazo.
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