Estoy segura de que tú también te has vuelto loca cada vez que has tenido que desenmarañar la locura de cables debajo de la mesa de ordenador.
También sé lo frustrante que es tener el salón precioso y ver esos cables que aparecen entre las patas de los muebles.
Sé que has puesto figuritas para ocultarlos cuando pasan entre la lámpara y el enchufe. También sé que se te pasó por la cabeza pasarlos por debajo de la alfombra.
Los cables son devoradores de sentimiento Zen. ¿Te imaginas un cable atravesando uno de esos jardines japoneses preciosos? ¿o una de esas casas minimalistas? ¿Te has fijado que en las fotos de decoración y arquitectura nunca hay cables?
Hoy te presento soluciones más eficaces y que, además, salen bien de precio.