Hace muchos, muchos años (más bien siete, pero quedaba estupendamente arrancar así), nosotros también teníamos ayuda en casa. Tenía sus cosas buenas, evidentemente, este post no es para negarlo, ni mucho menos, pero también tenía sus cosas malas.
Personalmente nunca me he encontrado cómoda con ayuda en casa, la verdad. Yo soy muy mía con mi espacio personal. Al final, me sentía hasta mal y acababa limpiando yo también. No funcionó. Lo que sí me funciona es ayuda puntual, limpieza de fin de obra o limpieza de primavera/otoño.
La única excepción que hago con esto es con la chica que viene de vez en cuando a cuidar de la peque si nosotros no podemos. Eso sí, su única tarea es jugar y cuidar.
Si tienes ayuda en casa y estás contento, ¡excelente! No hay que cambiar lo que funciona. Si te pasa como a mí o si no puedes permitírtelo, quizá estos consejos te ayuden a liberarte un poco de las tareas doméstica.