Una vez que ya has conseguido tener la casa ordenada, llega el momento de ir manteniéndola para que no vuelva el caos. No pretendas esperar a que la casa esté perfecta, ya te adelanto que eso no llega nunca. Para que te hagas una idea, el otro día yo misma tiré un par de bolsas enteras de basura de casa (y no será que no llevo años con esto).
Para esta misión de mantenimiento, la rutina mensual de orden es nuestro aliado clave. Mes a mes, deberíamos darle una vuelta a una parte de la casa, sólo a una.