Cuando la gente como tú o como yo se acerca a este mundillo del orden, lo primero que piensa es que aquí se trata de dejar los calcetines doblados con escuadra y cartabón. Y, bueno, algo de eso sí que hay, al menos al principio.
No obstante si, como yo, has sentido como el orden es capaz de transformar hasta la forma que tienes de entender la vida, te habrás dado cuenta de que el cajón de los calcetines es solamente la superficie de algo mucho más profundo.