Probablemente, uno de mis trabajos favoritos, sea el diseño de los interiores de un armario. Quizá sea porque lo que guardamos dentro de ellos es, ni más ni menos, que un pequeño reflejo de nosotros mismos.
Un armario está lleno de esperanzas, ilusiones, sueños, regalos y recuerdos. Es mucho lo que transmite para el que sabe leerlos.
Por eso, me resulta tan difícil entender que haya quien no le ponga suficiente mimo a su cuidado y organización. Llámame idealista o quizá sentimental pero creo que cada pieza en un armario debería transmitirte algo, quizá un objetivo, o un deseo, un recuerdo o una sensación.
¿Quién no se ha sentido un poco más libre con unos pantalones hippies? ¿O más seguro con una buena camisa para una entrevista de trabajo? Creo que entiendes por dónde voy.
Si tienes la suerte de poder crear tu armario desde cero, hoy quiero darte algunas claves que seguro que te vendrán muy bien y, si no es así, no pasa nada. Quiero que analices bien tu armario alquilado porque con pequeños cambios conseguirás una mejora importante que, te aseguro, valdrá la pena el esfuerzo.