Comprar compulsivamente para combatir el estrés

Cómo evitar las compras compulsivas
post_excerpt; ?>

Seguramente te suene lo que te voy a contar. No es ningún secreto que, cuando estamos estresados, sentimos un impulso que nos lleva a comprar de forma impulsiva. No es casualidad, claro.

En el post de hoy me gustaría analizar un poco esto para que seas capaz de identificarlo y controlarlo cuando pase. A veces es muy evidente, pero no siempre. Yo he tenido la suerte de experimentar distintas situaciones en mi vida que me han llevado a darme cuenta de cómo funciona el sistema que hemos construido, y a moldearlo a mi favor.

Eso es lo que trataré de transmitirte hoy.

Comprar como mecanismo anti estrés

Básicamente, cuando estamos muy estresados, nos encontramos realmente mal. Puede que sean solo sensaciones psíquicas como la ansiedad o la prisa pero también físicas como la presión en el pecho o en la cabeza.

El caso es que nos encontramos a disgusto en nuestro entorno, ya sea laboral o personal y lo que más nos apetece es salir huyendo, desaparecer un tiempo, desconectar.

Muchas veces eso no es posible y es entonces cuando caemos en el plan B. Durante gran parte de nuestra vida, miles de formatos publicitarios nos bombardean mostrándonos donde está la verdadera felicidad. También lo hacen las series y películas donde hasta el más humilde estudiante tiene un estudio de diseño en Manhattan.

Toda esta maquinaria trata de generar una semilla en tu mente. Lo que están es creando un mundo ideal en el que desearías estar. Por supuesto, ese mundo ideal incluye una serie de productos, comodidades tecnológicas y metros cuadrados que cuestan mucho dinero.

Cuando nos encontramos mal en un entorno, principalmente, laboral, se dispara un mecanismo en el que tratamos de recordarnos a nosotros mismos porqué hacemos eso, porqué trabajamos. Sería muy duro pensar que lo hacemos por supervivencia, por comer. Lo que hacemos, entonces, es ir de compras a por todo eso que deseamos porque, en nuestra imagen idílica de anuncio, nos hará más felices.

Yo lo he comprobado conmigo misma y seguro que tú también aunque no te hayas parado a pensarlo. Cuanto más tranquilo y relajado estás, menos gastas y menos necesidades tienes. Lógico, ¿no? Si me encuentra a gusto y estoy feliz, qué más necesito.

El sistema de recompensas

El sistema de recompensas es un viejo conocido en nuestra sociedad. Quizá empieces a atar cabos si te digo que los estudios sobre el sistema de recompensas del cerebro empezó a demostrarse en los años 50, mira tú que casualidad, cuando nuestro mundo empezó a virar hacia un modelo de publicidad y consumo desenfrenado.

Básicamente, cuando recibes una pequeña recompensa por algo que haces (como un pequeño auto-regalo), el cerebro libera ciertas sustancias placenteras. Es lo que ocurre cuando recibes «Me Gustas» en Instagram, te dan pequeñas recompensas por hacer cosas en juegos o apps o recibes regalos. También funciona cuando nos lo hacemos a nosotros mismos.

El gran problema de esto que, usado con cuidado, podría ser hasta una buena herramienta, es que no es difícil que se convierta en una adicción.

En la mayoría de los casos esto no llega a ocurrir pero no es tan raro que te compres un pantalón o un jersey que, a los pocos días, ya no gusta tanto como el día que lo compraste. Eso nos ha pasado a todos. ¿Por qué en ese momento nos gustaba entonces?

Seguro que, si ahora echas un vistazo alrededor de tu casa, empiezas a entender algunas de las cosas que te rodean.

Cómo controlarlo

En primer lugar, aprendiendo a reconocerlo. Nadie te conoce mejor que tú mismo. Necesitas ser muy sincero contigo mismo y saber reconocer en ti mismo cuando estás estresado o relajado y empezar a estudiar tus comportamientos de consumo en ambas situaciones.

Una forma sencilla de evitar las compras compulsivas es, precisamente, no comprar en el primer impulso. Si te pones como regla esperar, como mínimo, una semana para comprarte esa prenda u objeto de deseo nuevo, verás como empiezas a pensártelo con más cuidado.

Aprovecha ese tiempo para hacerte algunas preguntas. ¿Me lo voy a poner? ¿Pega con otras prendas que ya tengo? ¿Realmente me hace falta? ¿Me lo compro porque realmente me gusta o porque necesito comprarme algo?

Identificar este tipo de cosas es clave. Vamos a utilizar el propio sistema de recompensas a nuestro favor.

Cuando te des cuenta de que has conseguido evitar una compra que realmente no querías, te sentirás bien, te sentirás fuerte. Eso te animará a seguir controlando ese comportamiento ya que sentirás que controlas tus decisiones.

Conclusión

Este ha sido un primer acercamiento a un tema muy complejo en el que tampoco he querido profundizar demasiado a propósito. Hay libros enteros que tratan, mucho mejor que yo, todos los aspectos relacionados con las acciones compulsivas, el estrés o el sistema de recompensas.

Con este primer acercamiento solo quiero invitarte a que reflexiones un poco y a que trates de identificar estos comportamientos en tu día a día. Es un paso importante, o al menos para mí lo ha sido, para mi felicidad. Cuando conoces las razones de algunos de tus comportamientos y acciones y sabes cómo controlarlos, te sientes fuerte y vives con muchas más seguridad y tranquilidad.

Y ahora, como siempre, es tu turno. ¿Has sentido alguna vez estas sensaciones de las que te hablo?

12 thoughts on “Comprar compulsivamente para combatir el estrés

  1. Buenos dias Alicia…. que bueno el post… y que bien plasma la realidad y que poco nos damos cuenta. Yo he estado en ese punto y estaba todo el dia de la zeca a la meca comprando todo eso que necesitaba urgentemente y que paradojicamente se quedaba durante semanas en la bolsa rodando por toda la casa. El ponerme en tus manos y seguir los consejos que das y las tecnicas que propugnas ha marcado jn antes y un despues. Antes tenia una sensacion de frustracion tremenda con la organizacion de mi ropa y complementos hasta que tome las riendas y puse orden e hice sinpiedad y lo puse todo de caramelo. Cuando me llegaba la hora de cambio de armario me daba hasta fiebre. Y cual era el parche pues salir y comprar ropa absoluramente necesaria a mi modo de ver para salvar la temporada. Ahoea esa sensacion de stress y frustracion ha desaparecido y hago el cambio de armario en un par de horas y reviso lo que esta mas estropeado para deshechar y anoto lo que tengo que reponer y me hago un presupuesto y si puedo lo compro al principio de temporada para disfrutarlo. Ya hace siglos que no voy a las rebajas, ya no me satisface. Y antes salia todos los dias…… ahora disfruto con lo que antes me generaba stresss y frustraciion. Buen dia y como siempre muchas gracias por enseñarme el camino para liberarme de todo esto.

    • Me encanta como lo has planteado!!! Ya tengo mis dos gurús de cabecera, Alicia y Asun. Muy muy sabias las dos.!!!Mil gracias por todo lo que me enseñais

  2. Muchas gracias por tu reflexión, totalmente de acuerdo. . . e incluso comprobada con mi hija, adolescente, en época de exámenes siente la necesidad de comprar algo que ella cree que necesita. . . Le distraigo con alguna alternativa del ropero. . . O aprovecho para ponerme con ella a recolocar todo. . . Y vuelve a ver que prendas hay en el ropero. . . Desaparece esa necesidad. . . En cuanto a mi, más que en ropa. . . Cuando veía el dormitorio que no me gustaba. . . En lugar de recolocar, reorganizar lo que tenía, es fácil que me surja la necesidad de comprar colcha nueva. . . Alfombra. . . Algo nuevo de decoración que realmente luego no uso al 100%. . . Así que desde que comence a ordenar y poner cada cosa en su lugar (algo obvio pero para mi no lo era) ya me lo pienso antes de comprar porq si entra una colcha nueva. . . Significa que tengo q hacer un sin piedad a lo que ya hay y. . . ¿Realmente me quiero deshacer de ella? Así que ante un estrés y necesidad de compra. . . Mi mejor opcion es ir a comprar comida. . . Quizá compre cosas q no tenía previsto para este mes pero se aprovechará en el próximo menú mensual (utilizando la lista de compra inversa) y de alguna manera mi cerebro se relaja porque HE COMPRADO. Gracias Alicia por tus consejos.

    • Yo hago lo mismo jajjajaja
      Si siento el impulso ‘irrefrenable’ de comprar, me voy al super. Lo peor que puede pasar es que compre algún dulce de más, pero es bastante más práctico y barato que comprar ropa o cosas para la casa.

  3. Buenísimo el post Alícia! Si yo también lo siento así, cuanto más tranquila estoy menos cosas necesito y cuantas menos cosas tengo más tranquila estoy. Es una enorme liberación tener pocas cosas. Un abrazo

  4. Hace tiempo que comprendí por mí misma lo que explicas hoy, por eso me gusta mucho tu enfoque general ante lo material. Además cuanto menos quieres más tienes, porque disfrutas verdaderamente de las cosas. Poco y de calidad es infinitamente mejor que mucha baratija. Como siempre, gracias 🌷

  5. M Luz Berbegal Arevalo

    Mi recomendación para el siguiente post::: Como controlar la comida, cuando tienes ansiedad, y ya has comprado todo lo que NO necesitas. Gracias Alicia.

  6. Hola Alicia!!! Me ha encantado el post. Sabes de algún buen libro que trate del tema y me pueda syudar??? Me es muy difícil controlar las compras compulsivas . Muchas gracias!!! 😘

  7. Lo han montado tan bien que yo creo que todos hemos caido alguna vez en la compra compulsiva, por suerte yo me di cuenta y controlo ese consumismo mucho más, pero a veces no te das cuenta y caes. Suerte que mi wallapop echa humo con todo lo que no uso y desde hace años compro mucho menos.
    ¡Gracias por el post!

  8. Isabel Mesa Morales

    Hola Alicia! Mil gracias por este texto…me he sentido totalmente identificada…😩 Y como comenta Sonia: sabes de algún bien libro que trate este tema de compra compulsiva-estress-recompensas??
    Gracias!!!

    😘😘😘
    Isa

  9. Muy bueno y muy cierto, por meses he sentido la necesidad de querer comprar cosas cuando estoy estresada, pero en realidad eso ya se vuelve una obsesión a largo plazo, además que no es nada bueno para el bolsillo.

Deja un comentario