Hablemos de las listas

¡Cuánto fan de las listas existe en el mundo! Creo que podría escribir un libro entero sobre las listas, la gente que las usa y las diferentes formas de usarse. Hay incluso métodos que han vendido miles de libros y tienen sus propios cursos y certificaciones como el famosísimo GTD, de David Allen.

Tenemos al loco de las listas que escribe mucho pero ejecuta poco. Luego tenemos al amante de la papelería que compra muchas libretitas porque está seguro de que no las hace porque nunca ha encontrado la libreta perfecta. El digital que prueba todas las apps del mercado. El de los papelitos, un auténtico fan de las listas pero que las escribe en papelitos que se pierden por todos lados… y así hasta el infinito y mas allá.

Vamos a ver cómo podemos poner en orden nuestras listas, cómo sacarles partido y, sobre todo, cómo no volvernos locos. Porque recuerda, las listas son un medio para conseguir objetivos sin estrés, no son un fin en sí mismo.

Tipos de listas

Para mí, las listas se clasifican en dos tipos distintos: las compartidas y las propias.

Las listas compartidas son algunas como la lista de la compra, las de objetivos familiares o las de planes de vacaciones. Para que estas listas sean realmente efectivas, te recomiendo que las hagas en apps móviles que puedas compartir, del tipo Recordatorios para el iphone o Google Keep en Android.

La ventaja de usarla en App es que puedes estar añadiendo cosas a la lista de la compra mientras tu pareja está ya en el súper o de camino. Es realmente práctico.

Las listas propias, las que solo gestionas tú, puedes tenerlas en papel o en app. Yo aquí, llámame clásica, pero me gustan más en papel. No niego que también suelo tener versión movil pero al final siempre las paso a papel. Un ejemplo de estas listas mías de app a papel son las listas de posts que voy pensando por la calle y en mi día a día.

Beneficios de usar listas

El uso de listas tiene innumerables beneficios que van más allá de la productividad o de alcanzar objetivos. Para mí, las listas mejoran tu salud mental como pocas otras cosas.

En primer lugar, cuando plasmas algo en una lista, es como si lo descargaras de tu cabeza. Sabes que está ahí, sabes dónde encontrarlo si lo necesitas. Automáticamente, desaparecerán esos pensamientos «no puedo olvidarme de…» y «tengo que acordarme de…».

Esto, que parece poco importante, supone un descanso enorme para la cabeza. Te permite disfrutar o concentrarte más en lo que estés haciendo y te deja vivir más en el momento presente, y menos en el futuro que, para mí, es uno de los males de nuestro tiempo y que más estrés genera.

Ir tachando cosas de la lista tiene un efecto motivador enorme. Según vas tachando, más ganas tienes de ir a por el siguiente. Engancha y da subidón. Son las vitaminas más naturales que conozco. Te ayuda a sentirte fuerte y seguro, que dominas lo que haces.

Hacer listas también te permite ganar tiempo, ser más eficaz y no perderte por las ramas. Muchas veces perdemos muchísimo tiempo en no saber qué hacer y damos vueltas por la casa sin ton ni son. Esta productividad, bien entendida, lo que nos permite es terminar antes todo lo que tenemos que hacer y así disfrutar de tiempo para nosotros mismos.

Para terminar, las listas nos ayudan a focalizar para alcanzar nuestros objetivos, y nos ayudan a dividirlos en partes más pequeñas. Ya sabes, divide y vencerás. Cada vez que cumples un objetivo, sobre todo de esos que antes no alcanzabas, tienes otra buena descarga de adrenalina, de seguridad en ti mismo y de que puedes con todo.

Conclusión

Yo empecé con las listas en un momento de mi vida en el que la desorganización campaba a sus anchas por mi vida, en plena etapa estudiantil y de emancipación. Un poco antes de descubrir los menús mensuales.

Como te he contado muchas veces, era una época de ansiedad, de no querer ir a casa y ver todo lo que tenía que hacer y de no saber por dónde empezar. Las listas me ayudaron muchísimo, a focalizar, a animarme y a devolverme el control.

Lo demás, es historia. Al final, hasta tengo mi propia agenda con listas :-).

¿Y tú? ¿Usas listas? ¿Cuál ha sido tu experiencias?