Parece que sí, que ya es definitivo. Las temperaturas Están empezando a cambiar, los días se acortan y, poco a poco, llega el momento del cambio de armario.
Para muchos, el cambio de armario es un suplicio, a mí me encanta. Con esta entrada voy a intentar que te apetezca hacer el cambio de armario nada más terminar de leer. A ver si lo consigo.
Cosas buenas del cambio de armario
El cambio de armario es como el pistoletazo de salida a una nueva temporada y esto significa, de algún modo, un nuevo comienzo. Un nuevo comienzo siempre es emocionante porque es la oportunidad de cambiar cosas con las que ya no te encuentras a gusto, de empezar otras nuevas y, básicamente, de dar un par de vueltas a tu vida en busca de un poquito más de felicidad.
Hemos recorrido un largo camino juntos desde el año pasado así que descubrirás que este cambio de armario va a traerte algunas sorpresas que no esperabas.
Por ejemplo, vas a encontrarte ese pantalón que ya no te sienta bien. También el que te regaló tu madre y que aún tiene la etiqueta. Es el momento. Sin piedad. No te juzgues, no vivas en ayer ni en mañana. Hoy eres como eres, sabes lo que te gusta y lo que no, sabes lo que te sienta bien y deberías estar orgulloso. Lo que no entre dentro de esa descripción, sencillamente, no debería estar contigo. Da igual lo que opinen los demás. Tú mandas. Punto.
¡Eh! Fíjate. Acabas de encontrar esa camisa que te compraste en las rebajas de invierno y que casi no te dio tiempo a ponerte. Genial.
Aprovecha la ocasión para recolocar todo este espacio y darle el toque que siempre que has querido que tenga. Tal vez necesites una balda más, o regalarte una montaña de perchas y tenerlas, al fin, todas iguales.
Te aseguro que cuando abras el armario te sentirás tan bien que no querrás cerrarlo.
Pequeños rituales de organización
Tanto en el cambio de armario como en cualquier otro momento que te enfrentes a una reorganización, convertirla en un pequeño momento mágico depende de ti. Hace tiempo que te hablé de la felicidad de las pequeñas cosas, vamos a ver cómo aplicarla ahora.
Estás creando tus nuevas secciones durante este cambio de armario. Bolsos por un lado, zapatos por otro, calcetines… así uno tras otro. Stop.
Cierra la puerta de la habitación, pon un poco de música, enciende unas velas, ponte el difusor con aceites esenciales. Crea tu ambiente.
Ahora, visualiza tu objetivo. ¿Te encantan los bolsos? Dales un sitio especial. Colócalos en un punto a la altura de tu vista que disfrutes cada día. ¿Son las camisas? Cuida las perchas, colócalas siempre mirando hacia dentro, sepáralas, al menos, un dedo entre ellas para que la ropa respire y no se vea todo apelmazado, abotónalas siempre con el botón superior para que mantengan su forma, colócalas por colores. Con calma, sin prisa.
Nunca hagas un cambio de armario si a las siete has quedado para tomar algo o si tienes que ir a buscar a los niños. Estas cosas siempre hay que hacerlas tomándose el tiempo que haga falta. Intenta romper con esa idea de que es una tarea pesada. La vida es corta y nosotros decidimos cómo queremos tomarnos las cosas. Está en tu mano convertir una tarea tediosa en un pequeño momento mágico.
¿Quieres saber más? ¿Te está apeteciendo este cambio de armario como a mí?
Si la respuesta es sí, aprovecho para contarte que el próximo 10 de Noviembre en Barcelona y 17 de Noviembre en Madrid impartiré mi nuevo Taller Monográfico de Armarios.
Si quieres saberlo todo sobre perchas, tipos de doblado, dónde va cada cosa, técnicas, trucos y pequeños rituales para enamorarte de tu armario, te espero.
Y, próximamente, en el resto de España.
Aprovecho para contaros que el próximo 27 de Octubre estaré en Donosti, con 21 dias y Rutinas.
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9 thoughts on “Cambio de Armario”