Mis productos favoritos en lo que va de año

En lo que va de año, una serie de productos ha llamado mi atención. Como sabes, soy de menos es más, y estos productos han entrado en mi casa porque, de un modo u otro, me han ayudado a ser más ecológica, a organizar mejor mi espacio o a mejorar mi calidad de vida de algún modo.

Algunos ya los conocerás, porque te los he enseñado en algún post. Otros no.

Este no es un post patrocinado ni nada de eso. Sencillamente, el otro día estaba dándole vueltas en casa y pensé que podría ser interesante. Soy muy de este tipo de recopilatorios cada cierto tiempo.

Si también has descubierto un producto genial que te ha ayudado en tu día a día, me gustaría conocerlo. Déjamelo en los comentarios.

Botes de Cristal con tapa de cierre hermético

Los tuppers y botes son un clásico de este blog. De hecho, Cómo organizar el armario de los tupper es una de las entradas de más éxito y de las más antiguas. ¿Quién no ha sufrido el ataque de los tuppers al abrir el armario? ¿Quién no se ha vuelto loco tratando de encontrar esa tapa que nunca volvió a aparecer?

Desde el principio siempre he abogado por los tuppers y botes de cristal. No sólo son más ecológicos por su método de fabricación y su reciclaje. Además, no desprenden químicos en nuestros alimentos como el BPA, que puede provocarnos problemas a largo plazo.

Tendemos a calentar la comida en los tuppers y el calor y los plásticos no se llevan bien.

Por todo esto, siempre recomendaré los tuppers de vidrio. Especialmente me han gustado estos tuppers de vidrio de Weck, con cierre hermético y cuya tapa no va enganchada al bote. Son una pasada. No solo son súper cómodos sino que su hermetismo mantiene la comida en buen estado durante más tiempo y evita los derrames. No he conseguido encontrarlos cuadrados, que sería lo ideal pero supongo que acabarán apareciendo.

Roomba 605 y Roomba 606

Ya te conté todo sobre las Roombas de bajo coste en Roomba 605 y 606: el low-cost de iRobot. La verdad es que me impresionaron. iRobot consiguió mantener la calidad y eficacia de modelos más caros, quitando funcionalidades no esenciales, hasta dejarla en un precio difícil de rechazar.

Bolsas de red

Todo un descubrimiento. Estas bolsas de red han llegado a mi casa para quedarse. Su capacidad para crecer es asombrosa y ocupan menos que las bolsas de tela normales. Son la solución ideal si te has decantado, como yo, por pasar de las bolsas de plástico. Ahorran dinero y espacio y cuidan del planeta. Un 3×1 insuperable.

Las escamas de jabón de Marsella

Otro de esos productos que usaban nuestros abuelos y, por la magia del progreso, parecían haberse quedado en el camino. Las escamas de jabón de Marsella no solo limpian asombrosamente bien sino que nos regalan un perfume difícil de encontrar. Está fabricado con productos naturales que no dañan nuestra piel ni el medio ambiente.

Los organizadores Thule para la furgo

Si me sigues por Instagram, estarás al tanto de mis andanzas furgoneteras. Este año cumplí uno de mis sueños comprándome una vieja Volkswagen T4 del 93, en busca de una forma de viajar más auténtica, sencilla y tranquila.

Los organizadores Thule son como pequeños armarios de tela para la furgo que se colocan detrás de los asientes. Resistentes como pocos y con un espacio de almacenaje tremendo pese a su tamaño contenido. Son carillos pero tengo claro que valen cada euro que se paga por ellos. Yo los recomiendo con los ojos cerrados. De todos modos, si tienes furgo sabes que cualquier cosa para una furgo es carísima.

Y hasta aquí el primer semestre

Todo esto es lo que me ha traído este primer semestre en cuanto a productos. También he hecho algunos descubrimientos que he ido compartiendo contigo como el de los usos de la sal, pequeñas cosas que acaban marcando una gran diferencia.

Al final, como hemos ido descubriendo juntos estos años, te das cuenta de que no son grandes cambios los que te hacen mejorar o sentirte mejor. Son pequeñas cosas que, poco a poco, te van llevando hasta el sitio en el que te encuentras cómodo y feliz. Ese sitio en el que siempre debiste estar.

A veces, la gente se sorprende de los cambios que puede traer algo tan sencillo como los menús, el uso de vinagre, sal y bicarbonato o unas sencillas rutinas apuntadas en un planner.

Creo, sinceramente, que muchas veces somos nosotros los que nos complicamos la vida y que las cosas son mucho más sencillas de lo que creemos. Eso me han enseñado los años y eso trato de compartir en mi blog, en los talleres o en las sesiones por Skype.

¿Tú qué opinas?