Reto Cero comida a la basura

Hace unos años, mientras iba en el coche, hablaban en la radio de los kilos de comida que tiramos cada día a la basura. Aquello me marcó profundamente.

Creo que fue entonces cuando empecé a comprender el gran peso que tenemos cada uno de nosotros individualmente en el mundo que nos rodea. Influímos en la basura que se genera y también en el excendente de comida que se fabrica y que hace que suba su precio para otras personas. Influímos en muchísimas cosas inconscientemente.

La parte buena es que, cuando te vuelves consciente de todo esto, descubres que tienes un gran poder. Tienes el verdadero poder de cambiar el mundo.

Y eso es lo que vengo a traerte hoy con un nuevo reto. Un reto en el que te pido que sumemos nuestro poder y que me ayudes a cambiar el mundo. A partir de hoy empezamos el reto Cero comida a la basura.

Por qué el reto cero comida a la basura

Cada día, los españoles tiramos millones de kilos de comida a la basura. Es terrible si pensamos, además, en los millones de personas que lo necesitan.

Tampoco yo soy perfecta en esto, ni mucho menos. Tiro demasiada comida todavía y es por eso que este reto también es para mí, también me reto a mí misma.

Precisamente ahora que llegan los meses de calor, llega la época en la que más comida tiramos, pasando del 5% de lo que compramos al 10%. Es por eso que me parece la mejor época para arrancar este reto, por que tenemos que bajar sí o sí este porcentaje.

Cómo funciona el reto cero comida a la basura

Como siempre, el primer paso es identificar qué problema tenemos. Debemos ser conscientes. Si te paras a pensar ahora mismo, seguro que no sabrías decirme cuánta comida tiras cada mes. ¿Cuántos has tirado la semana pasada? ¿Qué tipo de productos tiraste más? ¿Sabes por qué?

Si no somos conocemos nuestros problemas, no podemos ponerles solución. Esto es así.

En primer lugar, no juzgues. Ya sabes, nosotros no juzgamos, ni siquiera a nosotros mismos. Trabajamos para mejorar, nos esforzamos, pero no juzgamos. Ahora, manos a la obra.

Utiliza una bolsa de basura únicamente a desperdicios de comida. Ojo, no hablamos de la bolsa de orgánico de toda la vida. Aquí no vamos a meter las cáscaras de plátano, por ejemplo. Lo que quiero que tiras aquí son los restos de ensalada de la comida, el cuarto de filete que no acabaste, el blister con las cuatro rodajas de jamón york que se puso malo, el yogourth caducado… Así, durante una semana.

Lo ideal sería dejar durante toda la semana esos restos para poder analizarlos pasado ese tiempo. Esto dependerá de si tienes un sitio adecuado para poder hacerlo (por olores y esas cosas). Siempre es más impactante ver físicamente la cantidad que has tirado a lo largo de una semana. Es como cuando piensas que tu armario está vacío y sacas todavía cuatro bolsas enteras de basura.

Si no puedes o no quieres hacerlo así, pon papel y boli cerca de la basura y apunta lo más fielmente que puedas todo lo que vas tirando que sea desperdicio de comida.

¿Y ahora?

Por ahora con eso es suficiente. Dentro de una semana, abriremos la bolsa, veremos qué hemos desperdiciado y analizaremos cuáles son las causas y cómo podríamos ponerle freno.

También, dentro de una semana, escribiré un nuevo post en el que explicaré cómo hacer esto y cuáles los siguientes pasos de nuestro reto Cero comida a la basura.

Durante estos días, te iré enseñando en los stories de Instagram cómo va mi reto y qué es lo que va cayendo en mi basura. Si te animas a compartirlo, utiliza los hashtag #cerocomidaalabasura y #retocerocomidaalabasura.

¿Te unes?