Este mes toca revisar los armarios, pero no solo hablamos de armarios de ropa. Vamos a examinar todos los armario de la casa y, entre ellos, uno de los que solemos tener más abandonados, el de la ropa blanca.
Las mantas
Las mantas suelen ser de esas cosas que van pasando de generación en generación y es raro que te abandonen. Seguro que tienes una de esas mantas con estampado de tigre o de flores que pesa como una tonelada metida en un plástico y guardada en el canapé o en el altillo. Si no la tienes, la has visto en casa de alguien. Tú tendrás esa de estampado escocés que pica.
Esa manta, si no la usas, se tiene que ir. En tu canapé no hace nada y donada puede ayudar mucho.
Fundas de almohada
Muy probablemente tengas algunas fundas desparejadas y otras que algún día fueron blancas pero ya son más amarillas que la mostaza de Dijon. Son las de «por si acaso». En esta nueva vida que estamos empezando los «por si» no tienen cabida. Es hora de quedarte solo con las fundas que te gustan y que usas.
Paños de cocina
No entiendo muy bien por qué pero suele ser habitual tener paños de cocina como para coser un edredón de patchwork pero solo se usan tres o cuatro que lavas, secas y usas constantemente. Los demás se quedan en el fondo del cajón, sin usar, a veces hasta dentro del plástico en el que vinieron.
Dale la vuelta al cajón y ponte a usarlos pero ya. Los que no te gusten o no vayas a usar por la razón que sea, no tienen sitio.
Servilletas de tela
Confieso que yo siempre he tenido predilección por la servilleta de tela. No obstante, algunas veces las manchas no salen. Es un hecho.
Si todavía no has conseguido deshacerte de esas preciosas telas que compraste en tu último viaje a Londres tal vez puedas coserte unas servilletas nuevas y así te de menos pena librarte de las viejas.
Toallas
Cuantas toallas habré visto yo guardadas para trapos. La que se destiñó, la desparejada, la de la mancha que no sale… Ya sabes donde tienen que ir. Si al final no se usan prácticamente nunca.
Manteles
Qué te voy a contar de los manteles, más de lo mismo. Cuanto daño ha hecho el vino tinto.
Si tienes un mantel súper especial con una de esas manchas horribles que no has conseguido eliminar ni en la tintorería, puedes intentar bordarle algo encima y así camuflarlo. Si aún así, no funciona, no es para estar triste. Tuviste un mantel precioso pero, sobre todo, ¡lo usaste! Eso es para celebrarlo. Miles de personas no han llegado a estrenar nunca ese mantel que tanto les gustaba.
Las cosas son para usarlas, no para guardarlas en los cajones cogiendo polvo.
Conclusión
Dale una vuelta a todo el textil del hogar. Verás como lo agradeces en poco tiempo. Este tipo de repasos generales renuevan la energía y parece como si nos dieran ánimo.
Este próximo fin de semana tendremos taller de limpieza con productos naturales y 21 dias para tener tu casa en orden en Madrid y ya están disponibles los talleres del dia 21 de abril en Valencia. Como siempre, en la shop.
10 thoughts on “Mantas, toallas, fundas de almohada… a exámen”