Tener un día a día más sotenible es, desde hace años, uno de mis propósitos recurrentes. Es probable que las clases de ecología en mis años universitarios fueran dejando su semilla en mi interior. Así, consumir de manera más consciente, producir menos residuos y ser más eficiente a nivel energético son solo algunos de los puntos que tengo marcados en rojo en mi página de objetivos.
Hoy, me gustaría contarte algunas de las cosas que podrías hacer si también te animas a seguir esta senda. Al final, el mejor legado que podemos dejar a nuestros hijos es su educación y un mundo para disfrutar.
Qué es la sostenibilidad
Antes de hablar de sostenibilidad, sería interesante conocer bien su significado. En términos de objetivos, sostenibilidad significa satisfacer las necesidades de las generaciones actuales, pero sin afectar a la capacidad de las futuras. En términos operacionales, sería promover el progreso económico y social respetando los ecosistemas naturales y la calidad del medio ambiente.
Parece fácil pero en realidad es todo un reto.
Paso a paso
Para aportar nuestro granito de arena, creo que podemos dar pequeños pasos para conseguir tener un día a día más sotenible:
- Antes de llevar una cosa nueva a tu casa, piensa muy mucho si quieres tener esa carga material. ¿Es necesario? ¿Te aporta algo? ¿Va a hacer tu vida mejor de algún modo?
- Compra a granel. Cada vez existen más tiendas de ese tipo. Incluso el Alcampo, desde hace años, tiene un apartado para compras a granel. Muchas veces necesitas dos o tres piezas de una cosa, pero terminas medio obligado a comprar un pack de 6, cuando no lo necesitas. Además, comprando a granel ahorramos la basura que supone el empaquetado, desde su fabricación hasta su desecho.
- Hace ya bastante escribí un post para animarte a eliminar las bolsas de plástico de tú vida. Te animo a que le eches un vistazo si todavía no lo has hecho.
- Usa temporizadores eléctricos. Esto es especialmente importante si tienes acumuladores para el agua caliente. No sólo es súper efectivo para reducir el consumo energético sino también para reducir las facturas. Este es un buen ejemplo de temporizador que puedes aplicar a cualquier enchufe.
- Controla la temperatura de tu hogar. Aplica pequeños trucos para ahorrar en calefacción o aire acondicionado. Usa las persianas de manera eficaz para impedir perder calor en invierno o que entre en verano. En invierno, baja las persianas en cuanto empieza a atardecer. En verano, bájalas un poco a las horas en las que recibes el sol de forma directa.
- Como te conté en Planifica la colada, el doblado y la plancha, planifica tu colada y así pondrás lavadaoras completas, reduciendo su número.
- Cuando tengas que cambiar una bombilla o un electrodoméstico, además de ver el precio, fíjate también en su eficacia energética. Esto no quiere decir que cambies toda la casa de un plumazo pero, según vayas necesitando realizar cambios, ve fijándote. Cada pasito cuenta.
Conclusión
No hace falta hacer grandes cambios ni convertirse en el Capitán Planeta. Con pequeños gestos que apenas nos cuestan esfuerzo podemos, poco a poco, ir consiguiendo paliar un poco el daño que hacemos al planeta.
Si cada año nos proponemos unas cuantas acciones, imagina lo que habrás cambiado dentro de diez años o dentro de veinte. ¿Y si lo hacemos todos?
Y cuéntame ¿qué trucos usas en tu casa? ¿te preocupa la sostenibilidad?
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