A lo largo de este año, en el blog, hemos hablado mucho de los armarios. Es uno de los temas estrella del blog sin lugar a dudas.
Para celebrar este primer año bloguero, me gustaría repasar contigo algunas de las claves para llevar a cabo el cambio de armario de una forma efectiva. Me parece un buen momento porque, si no lo has hecho ya, te tocará en breve.
Además, si ya tienes los deberes hechos con tu armario, me gustaría invitarte a ir un paso más allá.
Cuanto tiempo lleva un cambio de armario
Después de haber implantado el método en tu vida, un cambio de armario no debería llevarte más de una o dos horas.
Evidentemente, este es un caso general. Si tienes una casa enorme con un vestidor como el de Grace Kelly, probablemente me estaré quedando corta.
Menos es más
Personalmente, sigo pensando que menos es más en todo y que deberías tener la mínima ropa imprescindible con la que te encuentres cómoda. Pero si usas toda tu ropa, la disfrutas y te sientes bien con ella, ¿porqué no? Hay quien colecciona sellos o incluso coches.
Decidas lo que decidas a este respecto, recuerda que lo único que debe marcar tu decisión es tu propia felicidad. Eso no quiere decir que guardes durante años un jersey polvoriento que ni siquiera te guste, no te equivoques. No es una cuestión de cantidad sino de calidad, en todos los sentidos. Y el «lo tengo porque me encanta», para mí, también es calidad.
1. Revisa tus prendas
Como siempre que nos toca reorganizar un espacio, ya sabes, lo primero es ver lo que tenemos. Haz las pilas de siempre (donar, tirar y mantener).
Cuando alguna prenda no te guste pero sólo la guardas por el dinero que te costó, recuerda que no pierdes dinero al quitarla, ganas espacio (y por ese espacio también pagas). Si está en buen estado, piensa en alternativas como Wallapop o Vestiaire Collective.
Otro recordatorio importante. Los zapatos, los bolsos y los complementos también tienen temporadas. Veo demasiadas veces las botas peludas en un armario de verano.
2. Crea una/s zona/s para los básicos
Este ya es un paso más avanzado en la organización del armario. Cuando sientas que ya dominas el tema de las zonas y que controlas los espacio, puedes empezar a crear sub-zonas más específicas.
Por ejemplo. Puedes tener una zona delimitada en la que siempre tienes tus básicos, esas prendas que valen igual independientemente de la época del año en la que estés.
Lo bueno de hacer esto es que tu cambio de armario se puede redicir considerablemente a «cambiar el 20% de tu armario» y así ya se ve con otros ojos. Además, al tener ese 20% localizado y separado, el cambio será tremendamente rápido.
3. Doblado vertical
Si no lo hiciste ya, pásate al doblado vertical y ya me dirás si ahorras espacio. Puedes usar cajas para poder aplicar doblado vertical en estanterías o encima de las cajoneras.
Tengo una lista de reproducción en YouTube con los tipos de doblado vertical más habituales.
Intenta ir un paso más allá cuando ya domines lo básico.
4. Revisa la ropa que guardaste el año pasado
El año pasado lo tenías muy claro pero ha pasado mucho tiempo. El vestido que el año pasado usabas hasta la saciedad igual ahora no te apetece, o ya no se lleva. O tal vez ahora has adelgazado y no te sienta tan bien, o lo ves como muy machacado. Sin piedad.
5. Sube el nivel de tus organizadores
Si el año pasado reutilizaste cajas que tenías de aquí y de allá para ir probando el método o si todavía tienes esas cajas de plástico enormes que necesitan grúas para moverse, es hora de subir el nivel.
Ya sabes que yo siempre recomiendo las Skubb de Ikea, pero las de tamaño intermedio, ya que las grandes son demasiado y acaban siendo inmanejables. Si no tienes un Ikea cerca, estas otras cajas de tela de Amazon son también geniales y te las llevan a casa.
Mi consejo para este tipo de cajas es:
- Un buen tamaño pero no tan grande que no puedas con ellas cuando están llenas. Deben ser manejables.
- Mejor de tela (por el peso y la adaptabilidad del espacio).
- Que tengan asas que te permitan sacarlas con facilidad.
- Con cierres de cremallera.
Y, por supuesto, todo del mismo color.
Si utilizas cajas también como organizadores como estas otras también de las serie Skubb o estas cajas especiales para zapatos, volvemos a lo mismo.
Sé uniforme en el tipo y en el color. Si pueden ser de la misma familia mejor, ya sean de Ikea o de cualquier otra marca.
Piensa una cosa. Cuando te haces un armario, por ejemplo, no lo haces de siete tipos distintos de madera, ¿verdad? Entonces, por qué las cajas y organizadores pueden ser cada uno diferente. La uniformidad aporta paz y calma. Aprovéchalo en tu beneficio.
Conclusión
Para este cambio de armario, no te olvides de lo más básico, que ahí está la clave del éxito. No obstante, intenta ir un paso más lejos, dar otra vuelta a la tuerca para ajustarlo todavía un poco más.
¿Ya has hecho el cambio de armario? ¿Tienes pensado algo especial para mejorarlo un poco más este año?
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