Ya estamos de vuelta al blog y a la rutina. Tras los 24 tips de Adviento, yo arranco este nuevo año con la ilusión de nuevos proyectos e ideas que espero que vayamos descubriendo juntos.
Y qué mejor tema para arrancar este 2017 que el Armario de Invierno.
Existe una gran diferencia entre el armario de invierno y el de verano. Las prendas ocupan muchísimo más y solemos usar muchas más capas, lo que multiplica nuestras necesidades. Por desgracia, nuestro espacio no se multiplica.
Así que toca tirar de manual y adaptar el espacio disponible a nuestras necesidades. Vamos a ver cómo.
Empezando por el principio: Revisar
Como siempre, debemos revisar qué tenemos y cuánto tenemos. Parece algo obvio y ya sabes que pongo mucho énfasis siempre en este punto pero no es casualidad.
Te sorprendería la cantidad de gente que conozco que descubre ropa nueva cuando estamos vaciando su armario. ¡Incluso con las etiquetas aún puestas!
Durante esta revisión debemos dividir la ropa e irla agrupando en grandes bloques.
Ropa de Extremo Invierno
Seguramente tendrás prendas de «extremo invierno». Ya sabes, polares, ropa térmica, e incluso ropa especial para ir a esquiar.
Personalmente, este tipo de ropa especializada la sacaría de tu armario habitual. Al final, viene a ser como cuando creábamos la sección trekking o submarinismo. Si no recuerdas bien el tema de las Secciones o te has incorporado hace poco, dale un repaso en Todo en orden: Cada cosa en su sitio.
Me gusta crear una sección específica con todo esto porque, a la hora de la verdad, es ropa que usamos en muy contadas ocasiones. Incluso no siendo algo específico para esquiar como puede ser un jersey especialmente gordo o unos calcetines de lana, la realidad es que, o vives en la montaña, o es difícil que te los pongas para moverte en la ciudad.
Madrid, por ejemplo, es una ciudad en la que no es raro estar bajo cero. Eso sí, en cuanto te subas al autobús, entres en el metro o a la oficina estarás deseando quedarte en camiseta.
Así que es ropa que normalmente sólo usarás cuando te escapes de excursión o de vacaciones.
El mejor sitio para tener esta ropa, que tiene uso pero es ocasional, es el canapé o el altillo del armario. De esta manera, lo tienes en casa pero no tienes que verlo todos los días.
Ropa calentita
Con los pantalones, vestidos y camisetas, aunque sean de invierno, no tendrás problemas. Lo normal es que ocupen más o menos lo mismo. Así que puedes organizarlos de la manera habitual.
El mayor problema que tendrás en invierno son los jerseys de lana gorda. Preciosos, amorosos e indispensables pero ¡madre mía lo que ocupan!
Nunca los cuelgues. La ropa de punto se estira fácilmente y se estropea. La mejor manera de conservarla es doblada. Ya sé que ocupa todavía más pero te aseguro que es la mejor opción.
Como siempre, mi recomendación general es que todo lo que tengas puedas verlo de un vistazo. Si no te entra, trata de reducir el número de prendas que tienes.
Pero también soy consciente de que el espacio muchas veces es mínimo y hace falta hacer malabarismos.
Si tienes cajones muy altos, puedes hacer doble capa. No es la solución más recomendable pero, si te ves muy justo de espacio, ten en cuenta que, al ser tan grandes, podrás ver los que tienes debajo sin mucha dificultad.
Si tienes cajones estrechos, la mejor opción es poner los jerseys en una Skubb de IKEA. Después puedes colocar la Skubb en una balda del armario.
Las bufandas
El siguiente gran problema son las bufandas. Aquí el menos es más se impone, y depende sobre todo del espacio que tengas.
Asume lo que puedes tener con comodidad. Si son dos, son dos y si pueden ser cuatro, pues podrás tener cuatro. Si los Reyes trajeron una bufanda nueva, otra tiene que salir.
Pero, por favor, nada de esos percheros con tres o cuatro bufandas por gancho. No sólo son antiestéticos, sino que la realidad es que al final te acabas poniendo siempre las mismas dos o tres bufandas.
Si quieres conseguir esa sensación de paz y equilibrio de las que siempre hablamos, no puedes tener percheros atiborrados de cosas.
Gorros y guantes
Los gorros y guantes son otro problema habitual. El lugar ideal para estos complementos invernales, como habrás adivinado, tampoco está en el armario.
Te recomiendo colocarlos en la entrada, pues es lo último que cogemos cuando salimos y lo primero que dejamos cuando llegamos.
A la hora de revisar, intenta quedarte sólo con un par de gorros que combinen bien con los colores que sueles llevar.
Casi todo el mundo dice que le encantan los gorros y tiene 4 o 5 gorros de lana. No sé tú, pero yo no veo tantos gorros por la calle, así que sé sincero contigo mismo y racionaliza el espacio.
Las botas
Las botas son otro de los grandes problemas del invierno, sobre todo las altas. Lo ideal es tener una barra en la parte baja del armario y poder colgarlas.
Pero si no tienes la suerte de tener este fantástico sistema, tampoco es mala opción tenerlas sin caja y puestas de pie.
Los abrigos
Y cerramos el repaso al armario de invierno con los abrigos. Estos sí que ocupan.
Para el abrigo de uso diario, obviamente, el perchero de la entrada es lo ideal. No obstante, los demás no deberían acumularse ahí.
El mejor sitio sería meterlos en el armario de la entrada, si tuvieras uno. En caso contrario, podrías utilizar el lateral de otro armario pero siempre con una clara separación con el resto de la ropa.
Espero que estos pequeños tips te ayuden con el armario de esta temporada que es la más complicada.
Y tú, ¿tienes algún truco infalible para ahorrar espacio con la ropa de invierno? Cuéntamelo en los comentario.
7 thoughts on “Cómo Ordenar el Armario de Invierno”