El problema de la acumulación

El problema de la acumulación
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La acumulación es uno de los problemas más desconocidos de nuestros días, causado por nuestra incontrolable forma de vida y nuestro consumismo desenfrenado.

Y, bajo mi punto de vista, no es que sea desconocido por falta de evidencias. Es desconocido porque no interesa que se hable sobre el tema.

Es lógico. Al fin y al cabo, si le pusiéramos remedio, tendríamos que cambiar muchas cosas de nuestro estilo de vida y muchas compañías perderían muchísimo dinero.

¿Quieres saber hasta qué punto te dominan las cosas que acumulas?

El primer paso

El primer paso es ser consciente de hasta qué punto eres dominado por las cosas que te rodean.

Nos pasamos la vida comprando y acumulando sin ser conscientes de ello. A veces, cuando empieza a convertirse en un problema, es cuando acudimos a un Organizador Profesional.

No obstante, en una gran mayoría de casos, el cliente no quiere que solucione sus problemas de acumulación. Su objetivo es que consiga más espacio para meter más cosas.

Es cuando empezamos a revisar y a tirar cuando se da cuenta del volumen de cosas que no quería. También del volumen de cosas que ni siquiera sabía que tenía.

Hay quien se queda aquí, o quien decide contratarme con periodicidad para mantener su casa bajo control. Pero también hay quien decide ir más allá.

El origen del problema

Desde que somos niños, inconscientemente, nuestros padres nos enseñan que los objetivos de nuestras vidas deben estar marcados por los objetos que deseamos comprar.

Regalos por portarnos bien, regalos por aprobar, los reyes… Después el objetivo es comprar una videoconsola, un coche, una casa. Siempre objetos o más dinero (que viene siendo parecido).

Cuando somos adultos

Seguramente, te habrás fijado en que, cuando las cosas te van mal, estás triste o estresado, tienes la necesidad de gastar dinero, de comprar cosas.

Es un reflejo de la educación que hemos tenido de niños. Como nuestro objetivo siempre ha sido acumular cosas, el hecho de comprar algo que deseamos, ejerce un efecto placebo. Lo que le estamos diciendo a nuestro cerebro es «es por esto por lo que trabajo tanto».

Así vamos acumulando cosas.

No obstante, esto es sólo la primera parte del problema. Otra parte del problema es que vivimos a una velocidad tan exagerada que no tenemos tiempo de pararnos a mirar a nuestro alrededor, a analizar nuestro entorno.

Por eso nunca tenemos tiempo de tirar cosas y liberar espacio. Además de que no es un trabajo que apetezca hacer en los pocos momentos que tienes libres.

Esta combinación de factores es la que produce nuestras casas llenas de trastos inservibles hasta el techo, los armarios en los que no entra ni una camiseta y el desorden generalizado.

Como resultado, sentimos:

  • Ansiedad
  • Presión craneal
  • Desgana
  • Cansancio
  • No dormimos bien

Además de esto, puede que vivamos en una casa más grande de la que realmente necesitamos. Sólo para acumular más cosas.

Piensa que si pudieras vivir en un sitio más pequeño con comodidad, tal vez gastarías menos dinero, o te mudarías a una zona mejor que ahora te parece inasequible.

Mi objetivo como organizadora

Intento crear un mundo en el que las casas se conviertan en hogares, en refugios en los que nos sentimos relajados y felices. Por experiencia, esto es incompatible con tener muchas cosas. Ojo, incluso aunque estén muy ordenadas o escondidas en armarios.

Vivir con menos nos ayuda a centrarnos en lo importante y a no malgastar nuestra vida en cosas inútiles.

Guardamos cientos de cosas inútiles que ni queremos ni nos gustan. Meterlas en un armario y cerrar la puerta no es la solución. Tener más armarios, tampoco.

Te invito a que seas consciente de las cosas que tienes, a pensar cuando las ves si quieres que sigan ahí o a deshacerte de ellas si en realidad no las quieres.

Es el primer paso para una vida más feliz.

2 thoughts on “El problema de la acumulación

  1. Hola Alicia, Efectivamente a mí me dominan las cosas sin lugar a dudas. He hecho innumerables colecciones de los periódicos que ni siquera he visto, películas de video buenas por si me apetece verlas aunque nunca tengo tiempo o si lo tengo hay alguna serie a la que estoy enganchada y tengo los episodios de varias semanas grabados porque no doy abasto. Pero lo que más me alucina es que efectivamente, cada vez que me siento depre, lo que más me anima es comprarme algo. antes tenía que salir y no tenía tiempo, pero ahora con internet, es pan comido. Y encima te lo llevan a casa en nada de tiempo. Desde que estoy en el grupo, me he dado cuenta de todas estas cosas y me estoy rehabilitando. Si, rehabilitando. Me estoy deshaciendo de muchas cosas. Y no lo hago más rápido por falta de tiempo. Además salgo a comprar y no compro nada. Sé que hay cosas, que en mi caso son impresicindibles, como los libros que tengo pendiente de lectura o los que uso de consulta. pero una vez me deshaga de todo lo que no uso, ni usaré, igual hasta cambio de opinión con los libros, que hoy por hoy son uno de mis mayores tesoros. Cuando vamos a la playa estamos en un apartamento familiar que sólo tiene lo imprescindible y necesario. Por esos nos relajamos tanto allí. Cuando volvemos a casa y veo la cantidad de chorradas que tengo acumuladas es cuando más inspirada me siento para deshacerme de todo.

  2. Hola Alicia: yo tenía una madre ( la pobre ya falleció) que tenía una especial dificultad para deshacerse de cosas, unas por su valor sentimental y otras, no llego a entenderlo pero parece que los objetos materiales eran su soporte de vida y recuerdos. Total, que cuando me mudé a su casa, tras mi divorcio, me ví obligada a hacer un sin piedad, porque si no , no hubiera podido meter nada de los pocos objetos que me llevé al mudarme…fue bestial mi sin piedad, y después de dos años, aún sigo tirando cosas. Mi propósito es no meter en casa nada de lo que no necesito y tirar todo lo que no me valga o no me guste. …

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