Antes y Después: Un armario infantil

Antes y después: un armario infantil
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Hace tiempo que no te contaba algún caso real como el de Antes y Después: de terraza atestada a biblioteca y alacena. Hoy te traigo un armario infantil que he estado haciendo estos días.

Este caso es muy interesante para ver aquí en el blog. Lo es porque fue una ordenación express. Un trabajo rápido en el que no hizo falta tirar nada ni comprar cajas. Lo único que se quería era reorganizar un poco todo el armario para que fluyera mejor.

Se trata de un armario de cuatro cuerpos: dos estrechos laterales y uno doble en el centro, que comparten dos hermanas de 3 y 6 años.

Vamos a ello.

El antes

Antes y después: un armario infantil

Antes y después: un armario infantil

Viendo las fotos podría parecer que se les queda pequeño y que hay un exceso de cosas. En cambio, en cuanto nos pusimos a colocar, nos dimos cuenta de que sólo tenía un problema de organización.

Primero, vaciar

Como ya te expliqué en Cómo organizar mi casa: pasos básicos, todo proceso de organización sigue los mismos pasos: vaciar, limpiar, clasificar, planificar y colocar.

Así que, lo primero que hice, fue vaciar el armario completamente y limpiarlo bien por dentro.

Seleccioné perchas similares para mantener una coherencia. Mañana te hablaré de la importancia de la percha, de que sean todas iguales y de que sea acorde con el tamaño de la ropa. Es algo que la gente considera trivial, poco importante, pero marca la diferencia.

Clasificar

En este caso no hizo falta tirar nada, sorprendentemente, porque las niñas no tenían realmente ropa vieja o pequeña. No se trataba de un problema de acumulación sino únicamente de organización.

Tomando decisiones

El cuerpo del armario de la izquierda, lo dejamos en exclusiva para la peque, que ya no es tan peque. Eliminé una de las baldas porque realmente no era necesaria y, de ese modo, dejé más espacio para que no se viera todo tan apelotonado.

Los cajones y los cestos de abajo los dejé para pijamas, camisetas cortas y largas, pantalones (también divididos en cortos y largos) y, por último, chaquetas y sudaderas.

Además, en la parte baja de este armario hay una cesta para esa ropa regalada que todavía faltan unos meses para que les sirva.

Antes y después: un armario infantil

Antes y después: un armario infantil

El cuerpo central

La estructura central la dejé para la mayor. Los petos, vestidos y camisas las colgué en la barra superior.

La barra inferior, que solo ocupa la mitad del ancho total, la usé para unificar los chubasqueros de verano de las dos niñas.

En los cajones, seguimos las mismas premisas que en el armario de la peque. Así, no hay que estar pensando. Todos los armarios tienen las cosas en los mismos sitios.

El cesto inferior lo usamos para guardar los disfraces las niñas.

Antes y después: un armario infantil

Antes y después: un armario infantil

El resto

El cuerpo de la derecha y los altillos los utilicé para guardar la ropa del invierno. También los juguetes que en este momento no utilizan.

Cuando toque cambio de temporada, habrá que mover la ropa entre los distintos cuerpos de nuevo.

Ahora parece que hay mucho más espacio disponible y la sensación de caos ya no existe.

Y eso es todo. Lo que me gusta de este antes y después, es que podéis ver en las fotos cómo ha cambiado el espacio gracias a la nueva organización y al doblado vertical.

También me gusta porque habéis visto que no todo son megaproyectos. No hacen falta cientos de euros para empezar a tener un pequeño cambio en casa. Puedes hacerlo sencillo y barato e ir cambiando cosas poco a poco.

Aquí podéis ver el proyecto en Houzz y seguirme si todavía no lo hacéis 😉

Antes y después: un armario infantil

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