#quieromicasaenorden: ¿dónde pongo el arenero del gato?

Hace unos días recibí un mail de R preguntándome acerca de dónde poner el arenero del gato. Me pareció un tema bastante interesante para #quieromicasaenorden. Es diferente y es un problema bastante habitual.

R se acaba de mudar y, en sus casas anteriores, solía tenerlo en la zona de lavandería. En esta casa piensa en el baño o la terraza pero no lo tiene muy claro.

La solución ideal

Yo nunca he tenido gatos (aunque sí una coneja) así que tuve que ponerme a investigar un poco sobre el tema.

El mejor sitio para el arenero es una zona con una buena ventilación. Una terraza o un baño grande son buenas opciones. El problema es que hay pocas cosas que dispongan de un sitio así.

Los baños son los sitios ideales, suelen estar bien ventilados y, bueno, es el sitio natural para estas cosas. El problema es que a veces son un poco raquíticos o tienen una mala distribución del espacio.

Las arenas, de todos modos, son cada vez mejores y los olores van disminuyendo. Con una buena rutina de limpieza de las arenas no deberías tener problema en tenerlo en otras partes de la casa.

La decoración, el aspecto y las sensaciones

En el tema decorativo, seamos sinceros, los areneros no destacan. Además, si sólo tenemos una caja con la arena, no es raro que el gato tire arena por los alrededores y se acabe colando en el resto de la casa.

Cotilleando por internet he encontrado unas estructuras, que son como casitas con doble puerta, que pueden ponerse en cualquier parte de la casa. Son de madera e imitan la forma de los muebles. Incluso pueden usarse perfectamente como mesitas auxiliares o cualquier otra cosa.

Este es uno de los modelos de «gatera», con doble puerta, una grande y otra pequeña para el gato. Se puede poner en cualquier parte ya que su diseño no desentona con el resto de la casa y habrá que fijarse en que se trata de la zona de arenas del gato.

La puerta de casa es otra opción. Al entrar y salir, se va produciendo cierta ventilación y corrientes y puedes usarlo como banco para quitarte los zapatos.

Este es el otro modelo, más pensado para el baño, que tiene incluso un porta-toallas. También podrías optar por hacértelo tú misma, al final no son más que muebles normales con pequeñas conversiones sencillas.

Espero que este post te haya aclarado un poco tus dudas o te haya dado algunas ideas para sentirte orgullosa de la colocación de tu arenero.

A partir de hoy, puede pasar de ser el elemento de la casa que tratas de ocultar a ese otro del que te gusta presumir.

Cuéntame que tal te ha ido y qué decisión has tomado finalmente. Y tú que también me lees, ¿tienes animales en casa? ¿cómo has solucionado este problema?