Aunque parezca que son cosas muy diferentes, ahorrar dinero está íntimamente ligado a la organización y al orden. Cuanto más organizados y ordenados seamos, más partido podremos sacar de nuestro dinero. ¿Cómo es posible?
Ser organizados nos permite maximizar nuestro espacio, saber dónde tenemos las cosas y prever lo que realmente vamos a necesitar. Con esto, ahorramos al no tener que comprar cosas que ya tenemos y al comprar sólo lo que realmente vamos a necesitar. ¿Crees que no te pasa? ¿Cuantas veces has comprado tornillos por no saber si tenías justo los de esa medida (y al final ahí estaban)? ¿Cuántas veces has vuelto de la compra mensual para, justo al llegar, descubrir que no habías comprado «eso» tan importante? ¿Cuanta fruta, embutido o leche has tirado porque empezaron a oler tras quedarse abandonados en un rincón de la nevera?
Ahí te dejo cinco trucos que te ayudarán a ahorrar en la compra, y te puedo asegurar que no es un ahorro pequeño.
Haz un menú mensual
En futuros posts os explicaré algunos trucos para hacer menús mensuales o semanales pero, de momento, sea como sea, necesitas tener un menú. Esta es la base de todo.
Si tenemos un menú, sabemos lo que necesitamos comprar, y lo que vamos a consumir. No acumulamos en la nevera comida que, al final, se acaba estropeando, perdiendo dinero, no tenemos que bajar a comprar cada día, y todos sabemos que cuando «bajas a comprar jamón», subes con dos bolsas cargadas hasta los topes, y, como extra, libera tu mente de la presión del «qué vamos a comer hoy» y que todos los que cocinamos sabemos que es, con creces, lo peor de ser los cocineros de la casa.
Revisa tus armarios antes de comprar
Si has seguido mis consejos en 5 Trucos para terminar con los espacios de caos y Cómo organizar el armario de los tupper, habrás mejorado bastante en el control de tus espacios. Todavía te llevará algún tiempo y unos cuantos trucos dominar tu cocina pero, poco a poco, descubrirás que podrás saber en segundos qué es lo que tienes y qué es lo que te hace falta.
Si, además, revisas tus armarios antes de preparar los menús, podrás aprovechar los ingredientes y materiales que ya tienes en casa y ahorrártelo en la compra del próximo mes.
La lista de la compra es tu aliada
Sin paños calientes, todos sabemos lo que ocurre cada vez que pisas el supermercado, y ya no hablemos de cuando te escapas al Lidl o al Aldi con sus pasillos llenos de delicias de chocolate, galletitas, patatitas gourmet y similares.
No hay nada de malo en tener nuestros caprichos, a todo el mundo le vienen bien. El problema viene cuando no los controlas. Asigna una parte de tu presupuesto mensual a caprichos (hablaremos de esto en futuros posts), añádelos a la lista de la compra si ya sabes lo que quieres o reserva una parte fija para gastarla paseando por los pasillos del mal. Lo importante es que seas consciente de lo que gastas y cómo lo gastas. Además, así podrás gastártelo sin remordimientos. Al fin y al cabo, ¡está en la lista!
Apuntaros por ahí un pedazo de strudel de manzana (Apfelstrudel para los fans de Angela Merkel) que venden en los congelados del Aldi por un mísero euro que, acompañado con una bola de helado de vainilla, es como para perder el norte.
Haz la compra a final de mes
Increíblemente, nadie se ha dado cuenta de las ventajas de comprar a final de mes en lugar de al principio. Todo el mundo decide ir a comprar nada más cobrar pero los supermercados hacen los mejores descuentos (a veces, los únicos) a final de mes, precisamente porque es cuando baja su facturación.
Comprando a final de mes, podemos encontrar montones de ofertas del tipo «7 euros de descuento en compras mayores de 40 euros» además de «2×1» y otras muchas promociones. Yo he llegado a aumentar más de un 25% mi presupuesto mensual gracias a este sencillo truco. Es como si te subieran el sueldo pero sin pedírselo a tu jefe.
Vacía el congelador cada trimestre
El congelador es como el trastero de la alimentación, tenemos la costumbre de vaciarlo sólo cuando hay que descongelarlo (y eso con las neveras no-frost ha pasado a convertirse en un problema).
Vaciar el congelador cada trimestre te permite, por un lado, mantenerlo ordenado, limpio y con una cantidad razonable de alimentos en su interior y, por otro lado, te permite sacar provecho de la propia comida congelada. ¿Cuantas veces has descubierto comida que ni sabías que estaba ahí al tener que vaciar el congelador por cualquier motivo?
Usar el congelador para guardar la comida que nos sobra es una gran medida de ahorro y, además, de respeto con los que no tienen tanto como nosotros pero sólo sirve de algo si nos la comemos en algún momento. La técnica del vaciado trimestral nos obliga a utilizar todo lo que esté en el congelador antes de volver a llenarlo, ahorrándonos dinero en la compra y ganando el control de un nuevo espacio de nuestra casa.
Conclusión
Espero que estos tips te ayuden a controlar tu compra, tus gastos y tu nevera tanto como a mí me han ayudado. ¿Y tú? Seguro que tienes tus trucos de ahorro en la compra o tus anécdotas luchando por controlar la compra de chucherías. Cuéntamelo en los comentarios.
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