Ordenar un bolso, amigos, vaya tela. Ya sea de hombre o de mujer. ¿Es un reto o no es un reto? Porque da igual lo que te esfuerces, a los pocos días aquello parece el bolsillo mágico de Doraemon, que lo mismo sacas un boli, que unos calcetines de la niña, que un chupa-chups.
Pero nosotros estamos hechos de otra pasta, nos hemos esforzado en nuestros 21 días, hemos planificado el futuro y hasta hemos peleado por tirar cero comida a la basura.
¿Vamos a dejar que nos amilane un bolso? Claro que no. Remánguense señores, que es hora de trabajar.