Esta semana, siguiendo la propuesta de Zero Waste España, desde Orden y Limpieza en Casa estamos intentando realizar un boicot al plástico de un solo uso. Es el plástico más consumido, algunas veces no es del todo reciclable y muchas veces es sustituible de manera sencilla por otros productos menos dañinos para nuestro planeta.
Esto no quiere decir que no uses nada de plástico, sabes que no me van los extremos. Esto va de ser consciente, de que conozcas las implicaciones de tu consumo. Después ya, cada uno es libre de decidir lo que hacer. Igual que con el orden. No se juzga ni se impone.
Aquí, ya sabes, no tratamos de ser perfectos. Yo creo firmemente que muchos imperfectos hacen más fuerza que un súper escrupuloso. Se trata de, cada día, tratar de avanzar hacia un mundo mejor, un pasito, sin agobiarse. Sin prisa pero sin pausa. Y, lo más importante, de sentirse bien con ello.
Cuál es el reto
Lo que plantean en Zero Waste es una semana (esta en la que estamos del 3 de Junio) durante la que evitemos comprar productos que vengan envasados en plástico.
Esto sirve para varias cosas. En primer lugar, ya se sabe, aunque se demoniza mucho a «los mercados», la realidad es que «los mercados» somos los consumidores. Las empresas no producen cosas que nadie compra así que tenemos cierto poder si somos capaces de concienciarnos y movernos como masa. Es un poco lo que hacen desde el otro lado usando la publicidad y los medios pero a nuestro favor.
Si los consumidores dejan de comprar productos envasados en plástico a cambio de productos a granel, la industria migrará a ese modelo. Es lo que ha pasado en los últimos años con la incorporación de productos ecológicos a los supermercados y la desaparición del aceite de palma o la reducción de los productos no-naturales en los ingredientes. Eso hace tan solo quince años era una quimera.
Por otro lado, esta semana también sirve para que tú mismo seas consciente de lo rodeado que vives de plástico y de lo difícil que es luchar contra esta tendencia.
Este fin de semana, intenté comprar un único calabacín en un supermercado. Fue imposible. O compraba cinco y en bolsa o me quedaba sin calabacín. Al final, opté por cambiar el menú ya que no tenía donde guardar los calabacines.
Mi plan para una semana sin plástico (o con el menos posible)
Te voy a contar mi propuesta para estos días, por si te ayuda.
En primer lugar, llevar mi botella de agua reutilizable a todas partes. Esto lo hago casi siempre, así que creo que no me costará mucho. He tenido una de cristal, pero se me rompió y ahora he optado por una botella de aluminio como esta. No es exactamente igual, la mía es de Natura, pero casi.
Tenía mis dudas porque soy muy sensible a los sabores metálicos pero van muy bien, no sabe nada a metal y es muy resistente. Ya se me ha caído un par de veces y está estupenda.
Para la fruta y la verdura, en algunos supermercados ya te dejan llevar tu propia bolsa (aunque no en todos). Yo tengo unas preciosas de Verdonce que me encantan y van súper bien.
La bolsa de la compra, la grande, ya la tengo integrada del todo. Uso bolsas de red o de tela. Es relativamente fácil acordarse. Primero, porque en mi casa no hay bolsas de plástico, así que difícilmente vas a llevarte una. El segundo truco es que tenemos una norma. Si te olvidas de las bolsas, es obligatorio dejar la compra o llevarla en brazos hasta casa. Es como un pequeña penitencia que nos ponemos. Así es más fácil que no se nos olvide.
Adelántate a las pajitas y pide que no te las pongas. Si vas a tomar algo, un granizado, un zumo… tienden mucho a poner siempre pajita y mucha gente ni siquiera las usa.
Mis recetas del curso de limpieza con productos naturales te pueden ayudar a evitar el consumo de productos de limpieza envasados en plástico.
Finalmente, intenta reutilizar al máximo todo lo que tengas en casa antes de comprar. Por ejemplo, yo uso bolsas de congelado. Sí, son de plástico pero las reutilizo muchísimo, sobre todo las de cierre de cremallera. Los botes de cristal también los reutilizo un montón y así con todo.
Conclusión
Recuerda, lo importante, al final, es la huella de carbono general que dejamos en el planeta. Son pequeños gestos que harán que la huella que dejamos cada uno de nosotros sea inferior. Usar menos el coche, llevar tu bolsa, reutilizar una bolsa que ya tienes…
No es cuestión de obsesionarse, es cuestión de ser consciente y de intentarlo, poco a poco, sin presión. Con muy poquito que hagas, ya será algo más y muchos pocos hacen un mucho.
Otro día te hablaré de cómo generar rutinas ecológicas, poco a poco, de forma que no te cueste y sea sencillo. Empecemos esta semana, de momento. Y si todavía no me sigues en Instagram, este es un buen momento, te contaré como va mi semana sin plástico día a día.
¿Te animas?
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