Pues aquí estamos con nuestro tercer y último post del reto cero comida a la basura. Si te has perdido los anteriores, pásate por Reto Cero comida a la basura y Reto cero comida a la basura: analizamos los desperdicios.
A lo largo de estas semanas, has descubierto qué es lo que más tiras y, con un poco de suerte, has identificado los comportamientos que más comida desperdician.
Ahora nos toca darle la vuelta a toda esta información para sacar acciones que nos ayuden a, poco a poco, reducir este desperdicio al mínimo.
Vamos a ver algunas ideas de acciones que, en mi caso, creo que me pueden ayudar. A ver si te sirven de inspiración.
Fresas y frutas similares
Las fresas son frutas que suelen estropearse bastante rápido. En ese caso en el que a veces no llegamos a tiempo para disfrutarlas en todo su esplendor, podemos hacer varias cosas.
En primer lugar, come las que tengan aspecto de estar más maduras (las más oscuras). Normalmente es un detalle al que no prestamos atención los primeros días y después ya es tarde. Con las que ya empiezan a estar un poco blandengues hacemos batido.
Si, por algún casual, te juntas con más fresas de las que vas a poder comer en un tiempo razonable (que a veces pasa), congélalas. No pasa nada. Es más, las fresas congeladas son ideales para hacer granizado de fresa o batidos.
Conozco muy poca gente que congele la fruta y no hay nada malo en ello.
Comida cruda
La comida preparada dura más que la materia prima cruda, eso está claro. Por ejemplo, un pollo sin cocinar dura muchísimo menos que un pollo guisado (incluso en la nevera). Por eso, si compras algo que esperabas utilizar rápido pero, por alguna razón, no has podido hacerlo, lo mejor es que lo congeles o lo cocines (o ambas).
Con los menús mensuales es muy fácil darse cuenta de estas cosas. Volviendo al ejemplo del pollo, si el día que te toca hacer el pollo resulta que te invitan a comer fuera, ya lo tienes. O mueves el menú del día siguiente o toca congelar.
Yogures
Los yogures son otro clásico que tiende a caducar con frecuencia. No dudes en meterlos en el congelador. No solo no les pasa nada sino que, además, quedan cremosísimos cuando los descongelas. Te animo mucho a que los pruebes sin necesidad de que caduquen. Igual te sorprende.
Embutido y quesos
El embutido y los quesos son otro tipo de alimento que congela súper bien. Mi suegra me regala muchas veces trozos grandes de queso muy bueno y coincide con que yo tengo alguno abierto. El congelador lo mantiene perfecto hasta que tengo la oportunidad de disfrutarlo con calma. Así no tengo que pegarme un atracón de queso ni se me estropea.
Pan
Me gustaría tener un cálculo de cuántas barras de pan se pueden tirar al año en España. Debe ser espectacular. Yo congelo mucho pan y en formatos distintos. A veces lo congelo en rebanadas, así lo tengo listo para hacer tostadas cuando quiera, o en trozos que puedo meter en el horno para sacarlo calentito para comer en cinco minutos. También lo uso para rallar o para hacer torrijas.
Lo mejor para no tirar, es no comprar en exceso
Además de todo lo anterior, el mejor truco para no tirar comida, por supuesto, es no comprarla. En España tenemos cierta obsesión por tener las despensas a reventar. Sé que es algo muy cultural que seguramente se verá en países similares como Italia pero está en nuestras manos cambiar eso.
Cuando vamos al súper, es muy importante que no nos vengamos arriba. Tenemos muchas herramientas que nos ayudan en esto. La lista de la compra inversa, los menús mensuales o dejar un día a la semana para quema de restos son algunos ejemplos.
Recuerda que los menús mensuales se hacen solo de lunes a viernes precisamente para jugar con esos días que comemos fuera o hacer quema de restos.
Ojo también con las ofertas. Los 3×2 o la segunda unidad a mitad de precio están genial… si no los acabas tirando. Al final, si tiras la unidad extra que te has llevado a casa de la promo, te va a salir más caro que sin coger la oferta.
Ah, y ten en cuenta también que hacer un menú mensual no te obliga a hacer la compra mensual. No está relacionado. No hay problema en que compres semanalmente o diariamente si te apetece.
Conclusión
Para mí, los primeros pasos son ser más conscientes de lo que tiramos y lo que tenemos, aprovecharlo bien o congelarlo y, por supuesto, controlar las compras. Esos son los frentes en los que me centraría al principio ya que creo que son bastante sencillos de controlar.
Con este post doy por finalizado este primer reto cero comida a la basura. Para acabar por la puerta grande, quiero proponerte una Quedada con recogida de alimentos solidaria en el Retiro. Será este domingo, 3 de junio a las 11.00, enfrente de la caseta de Plataforma Editorial (la 287) de la Feria del Libro.
La idea es que traigas un alimento no perecedero de los que tienes en la despensa y que crees que no vas a consumir. Así ganamos todos. Entre todos los asistentes que doneis, sortearé un ejemplar de Pon tu vida en Orden allí mismo. Justo después (de 12.00 a 13.00) estaré firmando libros en la caseta (así llego a todo ^_^).
Si tienes dudas sobre orden, te apetece que nos pongamos cara, que te firme algún libro o simplemente quieres pasate a saludar, te espero este domingo en el Retiro. ¿Te vienes?
12 thoughts on “Reto cero comida a la basura: mejorar el aprovechamiento”