Hoy vengo con un post que sé que generará polémica, pero qué sería de la vida sin un poco de marcha, ¿no?.
Muchas, muchísimas veces (demasiadas quizá) me preguntan si aplico el método de Marie Kondo o directamente lo afirman. No me interpretes mal, Marie Kondo hace un magnífico trabajo y ha hecho y sigue haciendo mucho por esta profesión.
En cambio, mi método es bastante diferente al suyo. No es que sea mejor ni peor, eso tendrán que decirlo otros, pero seguro que es diferente. Tenemos cosas en común, al igual que las tengo con otros organizadores pero también tenemos grandes, grandísimas diferencias.
Vamos a verlas.
La base, una diferencia cultural
El método konmari se basa en la propia experiencia personal de Marie Kondo, con ella misma y con sus clientes. Hasta ahí todo normal.
El problema viene en que Marie Kondo es japonesa y el 99% de sus clientes también, o así lo era hasta hace bien poco.
Creo que no descubro la pólvora al decir que las diferencias culturales, arquitectónicas y de gestión son bastante diferentes en Japón que en España. De hecho, el estilo de vida mediterráneo es bastante diferente del de muchas otras partes del mundo.
Nuestras casas no son de 30m2, no somos especialmente perfeccionistas, nuestro estilo de vida es muy diferente y, por lo tanto, nuestras necesidades, también.
Principios del método
El método konmari es un método basado en la organización de las cosas y los espacios. Su objetivo es modificar la vida de las personas y sus malos hábitos usando como trampolín la organización de su espacio. Podríamos resumirlo en «el espacio ordenado nos lleva a una vida ordenada». Marie Kondo quiere que mires las cosas que te rodean y la casa en la que vives, y te hagan sonreir. Como ves, las cosas son el centro del método.
En cambio, mi método es bastante opuesto, ya que está basado en las personas y no en las cosas. Mi objetivo es modificar la forma de pensar de las personas, engancharles a la efectividad de las rutinas y los hábitos. Eso les lleva a organizar sus casas, pero también a organizar otros muchos aspectos de su vida. Eso les hace darse cuenta de que pueden cambiar las cosas.
Mi objetivo es enseñarte a vivir de una forma más sencilla. Quiero ayudarte a cambiar para que elimines todo lo que te sobra y hagas más fácil lo que te agobia. Quiero darte tiempo para lo que te hace feliz.
Así, yo no busco casas perfectas, sino vidas perfectas. Podríamos decir que está a medio camino entre la organización y el lifestyle.
El método en sí
Ya entrando en lo que es el método, puedes ver muchas cosas bastante diferenciales.
Los hábitos y los menús
Yo creo que, en España, donde la vida gira muchas veces en torno a la comida y a la vida fuera de casa, debemos empezar la organización por el estómago.
Por eso pongo mucha insistencia en la creación de los menús mensuales. Es la primera de las rutinas y un cambio bastante importante en la vida de cualquier familia. La mayoría de mis clientes empieza a sentir el poder de este cambio antes de tocar un solo armario, o de doblar verticalmente una camiseta, antes incluso de tirar nada. Y eso lo cambia todo.
A partir de ahí se produce un cambio de dinámica que les anima a seguir adelante, a aplicar cambios más profundos y a reorganizar su casa para reorganizar su vida. Y eso es porque ya han sentido que es posible alcanzar ese cambio.
Otra de nuestras grandes diferencias es el cambio de armario. A mí me parece fundamental. Lo de mezclar vestidos lenceros con jerseys navideños no va conmigo. Marie Kondo apuesta por reducir el número de prendas hasta que puedas mantener todo junto todo el año, y sin apelotonarse.
Yo no sé como es la gente en Japón, pero en España puedo asegurar que conseguir algo así es bastante complicado.
Ordenar del tirón vs poco a poco
A mí me parece, y así lo he comprobado muchas veces, que una casa se puede ordenar poco a poco. Meterse el atracón no funciona si no lo haces con un profesional al lado. Solo servirá para que te atasques, te des una paliza y provoques un efecto rebote en pocas semanas.
Ella, en cambio, opina que debes de hacerlo del tirón. ¿Se puede hacer una batida y tirar montones de bolsas de trastos en un día? Hombre, pues sí, pero eso no es organizar (te lo conté en Organizar una casa no es tirar y recoger).
Y voy a cerrar con una última cosa porque si sigo casi escribo un libro sobre el tema.
Pequeños detalles
Lo de vaciar el bolso todos los dias no lo veo necesario. No digo que sea malo, para nada, pero no creo que, sobre todo cuando estás empezando, no aporta nada.
Y lo de guardar los bolsos uno dentro de otro ya me parece terrible, y ni te digo lo de dejar las asas por fuera. Cada bolso tiene su espacio y las asas o correas siempre hacia dentro para que no se enganchen con otros.
Conclusión
Ya sabes eso de «cada maestrillo tiene su librillo». Cada organizador tiene su método basado en su experiencia. Y no quiere decir que sean mejores o peores. Sencillamente, tendrás que encontrar el método de organización que mejor se adapte a ti.
Porque, al final, organizar una casa o cambiar de hábitos de vida, es una de las cosas más personales que podemos hacer. Yo puedo recomendar hacer una cosas a un cliente que desaconsejo totalmente a otro.
La organización de una casa y de unos hábitos debe estar en sintonía con la forma de vida de las personas que viven en esa casa, debe adaptarse a sus ideas, a su estilo y a sus manías. Si no es así, no va a funcionar.
Es por eso que siempre insisto en que no se debe juzgar a nadie, no hay fórmulas mágicas ni métodos rígidos. Cada uno debe buscar lo que le funciona. Eso incluye dar con el organizador o con el método que mejor le entienda.
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