Una casa con buen olor es un casa que, aunque no lo esté, parecerá limpia y ordenada. En cambio, una casa con malos olores, por mucho que te esfuerces en limpiar y ordenar, parecerá justo lo contrario.

Hoy el post viene con trucazos. Porque sí, porque tenemos trucos para que nuestra casa parezca súper ordenada aunque no lo esté. Ya sabes eso de «bien está lo que bien parece».

Manos a la obra.

El problema

Cuando creé el método de Orden y Limpieza en Casa, el orden era sólo una herramienta para alcanzar un fin. Y el fin es que vivas más tranquilo y relajado, que sientas que tienes el control y que cuando mires a tu alrededor, te gusta lo que veas.

Cuando entras  en un casa sin luz, oscura y con olor a polvo, por muy ordenada que esté, lo que te trasmitirá son malas sensaciones.

Lo que debería trasnmitir tu casa cuando llegas es paz, tranquilidad y frescor. Esa sensación tiene que ser tu meta a la hora de organizar la casa.

Tu meta es conseguir que tu casa sea, de verdad, tu espacio más sagrado, ese sitio en el que te sientes lo más a gusto del mundo mundial.

La entrada

Comenzamos por el principio. La entrada o el recibidor son lo primero que ves, una declaración de intenciones. Así que aquí es donde debes poner toda la carne en el asador.

Busca un espacio oculto donde poner un ambientador, no importa si es comprado o casero. Si quieres una solución fácil, un bote con bicarbonato y unas gotitas de aceite esencial irá perfecto.

Escoger el aroma que defina tu casa no será cosa fácil. Si optas por hacerlo tú mismo con aceites esenciales, puedes  ir variando la fórmula hasta dar con la acertada. En cualquier caso, es muy importante que te defina, que te de esa sensación de hogar y confort.

Un ejemplo de esta técnica de los olores lo tienes cuando entras en las tiendas del grupo inditex (se nota especialmente en Zara Home o Uterqüe). Seguro que te habrás dado cuenta de que cada una tiene un olor muy marcado. Podrías identificar la marca sólo con oler ese aroma. ¿Cómo lo consiguen?

Lo que hacen es distribuir la esencia a través de los conductos del aire así fluye constantemente al usar la climatización. Si te fijas, esos olores suelen transmitir sensaciones de hogar, limpieza y confianza.

La cocina

Aquí tienes que tener una buena campana extractora. Esto es todavía más importante si tienes cocina americana, como es mi caso. Además, necesitas añadir a la rutina mensual de limpieza los filtros de la campana.

Casi todo el mundo tiene campana pero, ¿cuánta gente limpia los filtros con regularidad?

También debes  cuidar el olor del limpiador que uses. Mal vamos si después de limpiar el olor final te desagrada. Puedes fabricar tu propio limpiador con vinagre y aceites esenciales. Recuerda que el olor a vinagre desaparece a los pocos minutos de aplicarlo.

El salón

En el Salón recomiendo lo mismo que en la entrada, tener dos o tres puntos de aromatización repartidos por la estancia. Muchas veces con uno es suficiente pero dependerá del tamaño de tu salón. Hay algunos realmente gigantescos.

Además, siempre tienes las soluciones clásicas como las velas, los mikados, etc…

El dormitorio

Ojo aquí. Los olores en los dormitorios tienen que ser muy sutiles. Por otras habitaciones pasas, entras y sales pero ten en cuenta que aquí vas a dormir muchas horas seguidas.

Si te pasas, es posible que te levantes con irritación de garganta o una sensación molesta. Podrías usar jabones distribuidos estratégicamente o aromatizadores con poca cantidad de esencia (y mejor apagarlos por la noche).

Zonas de concentración de malos olores

Existen zonas especialmente complicadas para la nariz. Un ejemplo clásico es el armario en el que dejas los zapatos. Un truco bastante efectivo es meter un cuenco con bicarbonato ya que el bicarbonato es un absorbe-olores muy eficaz.

Sentido común

Ya ves que no se trata de nada raro. El truco en todo esto es planificar los olores, tenerlos en cuenta. Normalmente vamos a comprar velas o aromas sin un criterio muy definido. Compramos una vela que huele bien pero no sabemos ni para qué ni para dónde.

Traza un «plan aromático» y cuida los olores de tu casa. Eso sí, no te pases, que entrar por la puerta no se convierta en una bofetada de ambientador de un día para otro. En los olores, como en todo, menos es más.

¿Y tú? ¿Tienes un plan aromático? ¿Cómo tratas los olores en casa?