Día 9: Como se ordenan los armarios y los cajones

Bueno, si has llegado hasta aquí en nuestro reto 21 días para tener tu casa en orden, entonces seguro que ya has planificado los armarios como te pedí en Día 8: Distribuir y planificar los armarios de la casa.

Ahora toca empezar a organizar y a ordenar.

Recuerda que, antes de empezar a organizar nada, lo primero es sacarlo todo fuera, limpiar bien los armarios y librarte de lo que ya no quieres. Si te hace falta, repasa Cómo organizar mi casa: pasos básicos, aunque estoy segura de que esto ya está grabado a fuego en tu interior.

Secciona los armarios

Lo de las secciones ya lo vimos en detalle en Todo en orden: Cada cosa en su sitio. Resumiendo, tenemos que crear secciones bien definidas y acotadas en las que vaya cada cosa.

Los armarios funcionan muy bien para esto y, con mayor o menos acierto, seguro que ya lo has hecho aunque no seas consciente. Define muy bien los espacios para camisetas, jerseys y chaquetas, pantalones, camisas, calcetines, vestidos. Que no haya mezclas.

Si tienes muchas camisetas, por ejemplo, a lo mejor tienes que dividir entre manga corta y larga. Eso tendrás que irlo viendo en función de la ropa que tengas.

Otra secciones relacionadas con la ropa podrían ser deporte, trekking o ropa de casa.

Cuando haces una sección, reservas un espacio limitado para ese tipo de cosas. Puede ser un cajón (o más de uno), una barra, una balda… Lo que sea. La clave es que no mezcles conceptos. Si ese cajón es de camisetas, no metas pantalones, sino no va a funcionar.

Separar la ropa

Ahora que has planificado tu espacio y sabes que capacidad de almacenaje tienes, podrás decidir si quieres tener toda la ropa junta o si prefieres dividirla por temporada.

¿Cuál es mi opinión? Pues que en el armario sólo debe estar lo que usamos en el momento actual. Yo quito los jerseys gorditos en verano y recojo las vestidos finos en invierno.

Pero cada uno tiene sus manías. Si te decides por hacer lo mismo que yo, separa toda la ropa de la temporada que no estés usando, también la que no te vale pero quieres guardar y también los vestidos de fiesta. Todo esto lo separas y el viernes te cuento que hacemos con ello.

Como siempre, puedes aprovechar para separar también ropa que ya no quieras y donarla, venderla o tirarla. Hablamos de ello en Qué hago con lo que no quiero.

El armario de adulto

Si puedes invertir algo de dinero (tampoco mucho), te recomiendo que compres unas skubbs, unos organizadores de cajones, unas perchas estrechas de terciopelo de primark, todas iguales, y unas perchas de madera, también todas del mismo color.

Qué va colgado y qué va doblado.

Las camisas, vestidos y chaquetas siempre colgadas. Y, sólo si te queda espacio, cuelga también los pantalones.

Sólo deberías tener una prenda por percha. La excepción son los pantalones, que podrían ir dos, siempre que se vean bien. Esa es la condición.

Ademas, las camisas y vestidos debes abrocharlos en la percha, por lo menos el botón superior y alguno más. Esto evita que se caigan, se enganchen o se arrugen.

Coloca la ropa colgada en función de su altura, tratando de aprovechar los huecos más altos para vestidos mientras los que están limitados por cajoneras los usas para las faldas o, directamente, los dejas libres.

Las camisetas, los jerseyes, la ropa interior, los calcetines y los pijamas hay que doblarlos.

La mejor forma de hacerlo, para mí, es el doblado vertical. A mí me cambio la vida y no dejo de recomendarlo. Ojo con los calcetines, que no van en bolitas.

¿Te acuerdas de cuando en el instituto te enseñaban a aprovechar el espacio echando bolitas dentro de un tarro? ¿Te acuerdas de los huecos entre las bolas? Eso es lo que pasa con los calcetines.

Además, con la técnica de las bolitas, los tiramos de cualquier manera en el cajón, se tapan unos a otros y, al final, sólo usamos los de la parte superior.

Te dejo un vídeo de la técnica de doblado vertical para los calcetines. Como verás, no se tarda mucho más que en hacer las bolitas. Con esto, conseguirás aprovechar mejor el espacio. Además, ahora podrás ver perfectamente todos los calcetines que tienes para elegir siempre el más adecuado.

Los cajones

Cuando tengas un cajón, no lo dejes las cosas a sus anchas. Poner limites es importante, sobre todo si hablamos de un un cajón muy grande. Las Skubbs son lo más para esto y, además, es la forma en la que podrías mezclar cosas dentro de un mismo cajón.

Por ejemplo, en un mismo cajón podrías tener los pantalones y, en una Skubb, los cinturones.

Lo que no es ropa del día a día pero va en el armario

Hay muchas cosas que metemos en los armarios que no son la ropa del día a día propiamente dicha.

Puede ser que reserves un altillo, o un bajo, para las cosas de trekking: botas de montañas, calcetines gordos, mochila… Todo esto debe tener su sección y su espacio claro y delimitado.

También es normal tener una sección con la ropa de casa. Ojo que aquí hay tela marinera, porque ya sé yo que todo lo que te da pena tirar, va a esta sección y luego nunca te lo pones. Con dos pantalones , cuatro camisetas y un par de sudaderas es más que suficiente. Y estoy siendo generosa. ¡Sin piedad!

Ojo también si eres deportista. Aplica la misma disciplina de secciones y ponlo siempre todo junto. Y, por Dios, revisa de vez en cuando la bolsa de deporte que aquello acaba siendo como el bolsillo de Doraemon.

A no ser que seas un deportista de élite, con tres conjuntos debería ser más que suficiente.

El armario de los niños

Con los niños no cambia demasiado, pero recuerda poner la barra a su altura si puedes y, en este caso, sí que los pantalones doblados es lo mejor.

El armario de los niños debería ser más comedido que el de los adultos porque crecen a velocidad de vértigo. La mía cambia dos o tres tallas de zapato al año. En cambio, es un sitio muy propenso a encontrar acumulaciones.

El Viernes te hablaré de qué hacer con la ropa para el futuro (esa que te cede la vecina del quinto o te regala tu madre pensando que tu hija es dos años mayor). También hablaré de la ropa que te gustaría guardar para el próximo niño o la de recuerdo.

Los horrores que no debes de tener en tu armario

Por favor, di no a las perchas pantaloneras. Ese invento de percha para cinco o seis pantalones que pesa muchísimo y ocupa una barbaridad es una tortura. Son incómodas para sacarlos, incómodas para meterlos y la mitad de las veces se escurren y arrugan.

Evita también la percha infernal para colgar fulares, esa de circulitos. Nunca debió inventarse algo así.

El colgador de collares, los colgadores con bolsillos o las perchas de las que cuelgan cajones, fuera con ellos. En general, cualquier percha que parezca prometer que va a ampliar el espacio del armario es un error. Créeme.

Ya ni te voy a hablar de las perchas de plástico o las que te dan en la tintorería. !Sin piedad!

Los deberes

Comparte en el grupo de facebook tu flamante armario reorganizado, tus cajones con doblado vertical y tus separadores. También sube tu foto si algo no te acaba de funcionar o no te gusta el resultado.

Entre todos, nos inspiraremos en los aciertos y trataremos de corregir los fallos o resolver los bloqueos.

Este post me ha quedado un poco largo pero es que de los armarios se pueden escribir casi enciclopedias.