Dia 8: Distribuir y planificar los armarios de la casa

Estamos alcanzando el ecuador de nuestro reto 21 días para tener tu casa en orden. Espero que lo estéis disfrutando tanto como yo. Y qué mejor forma de celebrarlo que dedicar esta semana a los armarios.

Seguro que alguna vez te has cambiado de casa, o has pensado en hacerlo, porque los armarios se te quedaban pequeños.

Pero, en general, no es la cantidad ni el tamaño de los armarios lo que provoca este problema. Normalmente se junta la acumulación con una mala planificación y distribución de los mismos.

Por eso, en cuanto llegamos a la casa nueva, todo parece ir como la seda. Hasta que unos meses, o quizá un par de años después, el problema vuelve a repetirse.

Detectar el problema

Uno de los síntomas más evidentes del problema es cuando sientes que te falta espacio, que no te entra nada.

Pero quizá antes hayas notado que sueles sacar la ropa arrugada, que nunca encuentras lo que buscas a la primera o que te has encontrado cosas que no esperabas mientras buscabas.

Seguro que te suena.

Es muy habitual y, junto con las prisas del día a día, nos produce más estrés y nos vuelve más irritables. Si tienes mucha prisa, también acabará con dos o tres prendas tiradas sobre la cama.

Planificar antes de llenar

Hay muchas preguntas que hacerse antes de que te pongas a llenar los armarios a lo loco.

¿Cuántos armarios tienes? ¿Cuál es su ubicación? ¿Cuántos cuerpos tiene cada armario? ¿Están bien planificados sus interiores? ¿Tienes más espacio de almacenaje? ¿Cuántos miembros de la familia sois? ¿Qué necesidades tiene cada uno? ¿Cubren nuestras necesidades?

Un ejemplo práctico

En lugar de soltarte una parrafada teórica que, igual, te deja todavía con más dudas, voy a tratar de explicártelo con un ejemplo práctico.

Imagina una casa de tamaño medio, unos 80 metros, y dos habitaciones.

Tenemos tres armarios. Uno de dos puertas y un solo cuerpo que estará seguramente en la entrada o cerca de ella. Otros dos en las habitaciones de tres puertas y dos cuerpos cada uno. Tamaño estándar, calcula medio metro por puerta.

Normalmente, los de las habitaciones tendrán cajones en su interior y tal vez alguna balda.

Imagina que en esa casa vive una familia de tres miembros, uno de ellos, un niño y que ninguno tiene una profesión que necesite necesidades especiales de armario.

Planificación

Usa la lógica. No es lo mismo el armario de un niño que el de un adulto, ni es lo mismo el armario de la entrada que el de una habitación.

También tienes que tomar conciencia del espacio que tienes, las cosas que tienes, y después intentar maximizarlo al máximo.

Bien, en nuestro caso de ejemplo, lo normal es que los padres compartan un armario, el niño tenga otro y el de la entrada sea compartido.

Cuando hablamos de armarios, las separaciones deben ser claras y radicales. Cada miembro de la familia debe tener su espacio muy definido, sin posibilidad de error.

Yo recomiendo dividirlo por cuerpos. Cada cuerpo del armario debe pertenecer a un único miembro de la familia, de arriba a abajo.

La única excepción a esta regla está en las cajoneras, porque muchas veces todos los cajones están en un mismo cuerpo. En este caso, cada cajón debería estar asignado a uno de los miembros de la familia.

Ahora, según la ropa que tengas, decide donde va cada cosa. Piensa en cosas como la comodidad o la cantidad. Lo que más uses debería estar en una posición más cómoda que lo que menos se use.

Por ejemplo, si tienes ropa de deporte pero sólo la usas los fines de semana podrías ponerla en el cajón más bajo.

Recuerda el doblado vertical para camisetas, pantalones, sudaderas. Apenas se arrugan, ocupan mucho menos y es más cómodo de guardar y coger. Te hablaré de esto en los próximos posts pero puedes echar un vistazo a Iniciación al doblado vertical.

Antes de ponerte a guardar, con todo esto que has analizado, piensa si los armarios están bien vestidos. Si les falta una barra o una balda. Las baldas también pueden regularse en altura para aprovechar mejor el espacio.

Los huecos de los armarios no pueden ser excesivamente grandes o tener rendijas porque, cuando pasa eso, es cuando se descontrolado. Hacemos pilas enormes de ropa que se acaba cayendo o apretujamos demasiado las prendas que acaban echas un higo.

El armario de los niños

Recuerda que el armario de los niños debería de estar pensado para ellos. A lo mejor llegó el momento de bajar la barra de colgar y añadir alguna balda. Dale una vuelta al tema. Intenta que ellos mismos puedan encargarse de sus cosas.

No sólo les estás dando responsabilidad y confianza, te estás quitando trabajo. Si lo haces desde que son pequeños, no tendrás que pelearte cuando sean adolescentes.

Los deberes

No te lances a ordenar todavía, ya llegará. Ahora analiza todos estos datos, hazte un mapa mental de los espacios y las cosas que tienes. Piensa cómo podrías mejorarlo.

Tal vez comprando alguna balda, o ajustando las que tienes. Quizás añadiendo una barra o comprando algunos organizadores o cajas.

Sube al grupo de facebook ese trozo de armario imposible, o que no acabas de entender. Entre todos intentaremos ayudarte a sacarle todo el partido posible.